El terremoto de magnitud 5.9 que sacudió la prefectura de Ishikawa, en Japón, el lunes por la mañana, no activó una alerta de tsunami, a pesar de la reciente historia sísmica de la región. El sismo tuvo lugar a las 6:31 de la mañana hora local y se registró a una profundidad de 10 kilómetros, alcanzando un nivel 5 alto en la escala japonesa, que va hasta 7 y mide la agitación en la superficie y las zonas afectadas más directamente. Minutos después, un segundo temblor de magnitud 4.8 ocurrió cerca del mismo lugar.
Las autoridades locales han confirmado que hasta ahora no se han reportado daños significativos y siguen recopilando información para evaluar la situación más a fondo. La compañía eléctrica Hokuriku Electric está revisando activamente la situación de la central nuclear de Shika, que se encuentra en Ishikawa, aunque sus reactores están actualmente desactivados.
Este evento sigue a un terremoto de magnitud 7.6 que golpeó la misma prefectura a principios de este año, causando un tsunami y dejando un saldo de 260 muertos, además de considerables daños materiales. Este último terremoto fue uno de los más severos desde la catástrofe de 2011 en el noreste de Japón, resaltando la constante amenaza sísmica que enfrenta la región.