Un equipo de neurocientíficos ha encontrado una correlación entre la apnea del sueño y un volumen cerebral más pequeño en la región del lóbulo temporal medial, que incluye el hipocampo, una parte del cerebro encargada de la formación de nuevos recuerdos y el aprendizaje.
El estudio publicado en la prestigiosa revista Neurology de la Academia Estadounidense de Neurología involucró a 122 personas de más de 65 años que no tenían problemas de memoria. Los participantes se sometieron a escaneos cerebrales, realizaron pruebas de memoria e hicieron un estudio del sueño en sus casas. Resultó que 26 de los pacientes tenían placas de amiloide en sus cerebros, una proteína característica del alzhéimer, pero estaban “cognitivamente intactos”.
El estudio realizado por investigadores franceses con financiación de la Unión Europea observó que, de los pacientes con placas de amiloide, los que tenían apneas del sueño más graves habían sufrido pérdida de células cerebrales. Sin embargo, los científicos no observaron el mismo fenómeno en pacientes sin placas, ni pudieron establecer una causalidad entre la apnea del sueño y un volumen cerebral reducido.
“Descubrimos que las personas con placas de amiloide que tenían apneas del sueño más graves también eran más propensas a tener volúmenes más bajos en el área del lóbulo temporal medial del cerebro, incluido el hipocampo, que desempeña un papel en la memoria y la enfermedad de Alzheimer”, explicó en un comunicado la autora principal del estudio, Geraldine Rauchs. “Las personas que no tenían placas de amiloide, no tenían este volumen cerebral más bajo, incluso aunque tuvieran apneas del sueño graves”.
Las pruebas de memoria se repitieron en la mayoría de pacientes pasados dos años. Los que tenían volúmenes reducidos en el hipocampo al comienzo del estudio obtuvieron puntuaciones más bajas en la segunda prueba.
A pesar de sus limitaciones, el estudio pone de relevancia la necesidad de investigar nuevos tratamientos para los trastornos respiratorios del sueño porque podrían mejorar la cognición y retrasar la neurodegeneración. En enfermedades como el alzhéimer, el hipocampo es una de las primeras regiones del cerebro que se ve afectada, desencadenando problemas de memoria y desorientación.