El cáncer colorrectal es la segunda causa de muerte relacionada con la enfermedad tumoral a nivel mundial.
Se trata del tercer cáncer más frecuente en hombres y el segundo en mujeres, y su detección temprana puede conllevar una disminución en las cifras de incidencia y mortalidad. Los métodos de cribado adquieren especial importancia en este tipo de cáncer, donde la aparición de síntomas y signos se asocian con estadios avanzados de la enfermedad.
“Existen lesiones previas, como por ejemplo los pólipos, que se pueden detectar para evitar que se genere un cáncer de colon. Si eliminamos esos pólipos evitamos el desarrollo del cáncer de colon. Si somos capaces de diagnosticar el cáncer en estadios muy precoces, conseguiremos también que el cáncer se cure sin ningún tipo de tratamiento”, explica Luis Bujanda Fernández de Piérola, catedrático de Medicina de la UPV/EHU.
Para ello, “Osakidetza dispone del programa de detección precoz de cáncer colorrectal. Su objetivo es detectar de forma precoz lesiones y cáncer en sus fases iniciales para aumentar la probabilidad de curación. Se basa en una prueba que detecta pequeñas cantidades de sangre en las heces, que aparentemente no son visibles. Si el resultado es positivo se realiza una colonoscopia para detectar e incluso curar la enfermedad al extirpar el cáncer mediante la colonoscopia”, señala Bujanda. Sin embargo, “existen algunos casos dudosos en los cuales no sabemos muy bien si solamente con la endoscopia se consigue eliminar la enfermedad; en esos casos normalmente se operan para eliminar cualquier célula cancerígena residual en la pared del colon o en los ganglios linfáticos”, añade el catedrático de la UPV/EHU.
“Este trabajo que ha obtenido la portada y una editorial de la prestigiosa revista ‘Gastroenterology’ ha consistido en el desarrollo de una herramienta no invasiva, un mero análisis de sangre, para evitar cirugías innecesarias”, indica el autor del trabajo. “Se ha determinado que la presencia de cinco micro-RNA en la sangre se correlaciona de forma muy directa con la presencia o no de células cancerígenas en los ganglios linfáticos o en la pared del colon. De este modo somos capaces de evitar cirugías innecesarias en pacientes de cáncer de colon”, subraya Luis Bujanda.
“Hasta ahora —comenta Bujanda— para determinar si hay que operar o no al paciente nos basamos únicamente en la endoscopia y en el análisis histológico del pólipo maligno extirpado, y su fiabilidad es baja. Solo en un 20 % de los pacientes con criterios de mal pronóstico en la pieza extirpada por cirugía se encuentra células tumorales residuales, por tanto, con este análisis evitaríamos un 80 % de cirugías en estos casos. Esta nueva técnica incrementa notablemente su fiabilidad, y la seguridad que nos ofrece es casi de un 90 % para predecir el riesgo de que queden células tumorales residuales en el organismo del paciente. En consecuencia, esta técnica novedosa nos ofrece la seguridad de conocer si el paciente va ser operado o no. Trabajos previos también han obtenido resultados muy prometedores en pacientes con cáncer de recto que son tratados previamente con quimioterapia y radioterapia previa a la cirugía para conocer sí existen células residuales antes de la cirugía. De este modo se evitan operaciones que tienen un impacto elevado en la calidad de vida de los pacientes”.
Ha sido un trabajo de investigación conjunto en el que ha participado la UPV/EHU junto con investigadores de Estados Unidos y Japón y el Hospital Clínico de Barcelona. “Se trata de un hallazgo relevante verificado en una muestra de 188 pacientes con cáncer de colon extirpados con endoscopia. Ahora mismo el siguiente paso sería que otros grupos de investigación obtuvieran los mismos resultados, validaran el hallazgo y que los hospitales lo incorporen”, señala Luis Bujanda. DOCNEWS.ES