Ucrania continúa dependiendo en gran medida de la asistencia militar internacional para defenderse de la invasión rusa. Sin embargo, en los últimos dos años, el país ha aumentado significativamente su producción de armamento propio. A través de esta expansión, ha desarrollado misiles y drones de largo alcance que son fabricados en serie y utilizados para atacar infraestructuras clave dentro de Rusia.
En diciembre, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky anunció dos nuevas armas que podrían fortalecer aún más las capacidades de defensa del país. Estos sistemas fueron creados para contrarrestar la superioridad numérica de las fuerzas rusas, atacando específicamente sus suministros y debilitando sus recursos logísticos.
Una de las nuevas armas presentadas es un híbrido entre dron y misil conocido como Peklo, cuyo nombre significa «infierno» en ucraniano. Este armamento ya se encuentra en producción en serie y ha sido probado en combate. De acuerdo con Zelensky, el Peklo tiene un alcance de hasta 700 kilómetros y una velocidad de 700 km/h. Según el analista militar Oleg Katkov, esto coloca a Ucrania en una posición de atacar objetivos importantes en territorio ruso, como la capital Moscú, que está a unos 500 kilómetros de la frontera.
Aunque fue descrito como un dron, expertos indican que el Peklo se asemeja más a un misil de crucero compacto, con una longitud superior a dos metros y un alcance considerable. Este dispositivo tiene la capacidad de llevar alrededor de 50 kilogramos de explosivos, lo que lo hace ideal para golpear infraestructuras sensibles, como refinerías, depósitos de petróleo y aeródromos militares.
El otro dron recientemente anunciado por Ucrania es el Ruta, un sistema que lleva el nombre de una planta común en el país. Aunque Zelensky no dio detalles específicos sobre el dispositivo, informes indican que fue presentado en una feria de armamento en París. Se sabe que el Ruta tiene un alcance de 300 kilómetros y puede ser utilizado tanto para misiones suicidas como para tareas de inteligencia, gracias a su capacidad de aterrizar de manera controlada mediante un paracaídas. A pesar de que se presentó como un producto 100% ucraniano, ha trascendido que fue desarrollado por la empresa suiza Destinus, fundada por Mijaíl Kokorich, un proveedor regular de Ucrania.
Además de estos nuevos sistemas, Ucrania también ha avanzado en el desarrollo de otros armamentos clave. Uno de ellos es el Palianytsia, un dron que ha sido producido en masa y ya se utiliza contra objetivos rusos. También se ha mejorado el Neptun, un misil inicialmente diseñado para ataques antibuque, que ahora puede atacar objetivos terrestres a más de 200 kilómetros de distancia.
Finalmente, Ucrania ha puesto en marcha el sistema de defensa antiaérea láser Tryzub, que tiene la capacidad de derribar aviones a más de dos kilómetros de distancia. Este sistema coloca a Ucrania como uno de los pocos países en el mundo con tecnología láser para la protección de su espacio aéreo, y está siendo perfeccionado para aumentar su eficacia.