El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado este jueves que el salario mínimo será de 8.500 liras, equivalente a unos 427 euros, a partir del 1 de enero, una subida del 54 por ciento respecto al actual.
El salario mínimo se determina mediante negociaciones en un comité compuesto por delegados de la patronal, de los sindicatos y del Gobierno, y la última subida entró en vigor el pasado julio.
Ahora, el mayor sindicato turco, Türk-Is, abandonó las negociaciones declarando que nunca firmaría un acuerdo por debajo de las 9.000 liras (453 euros) y otras organizaciones de trabajadores criticaron incluso esta cifra como muy inferior a lo que debería ser.
Según Türk-Is, el umbral de la pobreza está en unos ingresos de 25.000 liras (1.260 euros) al mes, mientras que al bajar de 7.875 liras (400 euros) se cruza el umbral del hambre.
Según las cifras oficiales adelantadas por TÜIK, la oficina estatal de estadística, la inflación interanual se sitúa en un 84 %, aunque un grupo de economistas independientes asegura que la cifra real está ya cerca al 170 por ciento. EFE