Las personas pueden dedicar entre el 16% y el 23% de su salario mensual para los gastos que implican movilizarse.
República Dominicana, y en especial el gran Santo Domingo, tienen una diversidad de medios de transporte al servicio de la población, sin embargo, en esa diversidad no pareciera cumplirse la regla mercantil que establece que a mayor oferta, menor el precio.
En la capital, el sistema de transporte es diverso, malo, riesgoso y caro. Salir simplemente a trabajar podría representar hasta el 23% o más del salario de los trabajadores y eso depende la zona en la que residan, así como la ubicación de sus puestos laborales.
Una persona residente en Santo Domingo Norte u Oeste y que labora en el Distrito Nacional, por ejemplo, incurriría en gastos que van entre los RD$2,160 y los RD$3,120 al mes para transportarse. Este monto aumenta a RD$ 6,820 si es una persona que debe salir de madrugada y tomar taxi para ir a su lugar de trabajo.
Este país es el único en el mundo en donde al servicio que ofrecen los motorizados y los carritos que tienen rutas definidas en los diferentes sectores del país se le denomina “concho”. No es de extrañar que cuando un visitante llega por primera vez a la nación este reaccione sorprendido cuando con mucha naturalidad un residente le indique que va a tomar un carro de concho o motoconcho.
Esos motoconchos que están casi siempre en las esquinas de las calles o frente a colmados o negocios de mucha afluencia, pueden costar de 35 a 50 pesos por una ruta. Igual precio puede costar el carrito tipo chatarra o uno en mal estado que normalmente están en las calles de la ciudad capital.
Los montos antes mencionados, están por debajo de lo que cobran los servicios de transporte público o estatal: los buses de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA) tienen un costo de 15 pesos, en tanto que el Metro de Santo Domingo y el Teleférico en conjunto valen 20 pesos.
Sin embargo, el acceso al servicio público es limitado y en el caso de la OMSA, el Estado ha tomado la decisión de eliminar sus rutas para crear los corredores que administra el sector privado, lo que va es perjuicio de la clase más pobre.
Debido a esas limitaciones, muchos ciudadanos se ven en la necesidad de utilizar de manera mixta los servicios de transporte disponible en la ciudad lo cual duplica e incluso podría triplicar el presupuesto que destinan a movilidad y su calidad de vida.
¿Cuánto representa?
Partiendo de lo establecido por el Comité de Salarios del Ministerio de Trabajo mediante resoluciones, las personas que devengan el salario mínimo del área no sectorizada, RD$11,900, si usan el transporte público privado estarían destinando no menos del 18% de su salario para tales fines.
En tanto que si ese mismo trabajador utiliza la OMSA o el Metro, moverse en el Gran Santo Domingo solo ocuparía entre el 6% y 8% de su sueldo.
Para los empleados que laboran en hoteles, bares, restaurantes y otros empleos de ese sector y cuyo salario mínimo es RD$9,500, utilizar motoconcho, carritos o guaguas voladoras, la inversión en transporte es de un 23% de su salario. Sin embargo, si utilizaran el transporte público (OMSA y Metro) el gasto solo estaría entre el 8% y 10%.
En el caso de los que laboran en zonas francas e industrias el gasto estaría entre 16% si usan el transporte privado y entre el 5% y 7% si utilizaran el servicio público.
Caro para la gente y el Estado
Para el arquitecto y planificador urbano Marcos Barinas los dos sistemas públicos son excesivamente baratos si se comparan con otros países, sin embargo, no tienen cobertura en muchos lugares por lo que las personas tienen que recurrir a usar cualquier otro medio: caminar mucho, usar motoconcho, transferirse de un motochonco o una guagüita voladora, para después quizás encontrar un sistema formal.
“Entonces, por eso es caro el transporte en el Gran Santo Domingo. Lo hace caro, no solamente para el ciudadano que no tiene vehículo privado, que es la mayoría. En el país casi el 70% de los hogares, según la encuesta Enhogar, no tienen ningún tipo de transporte.
Puntualizó que es caro para las familiar el movilizarse y es caro para el Estado porque esas familias tienen un nivel adquisitivo menor, debido a eso.
Otro elemento que se desprende de esa realidad es la gran cantidad de accidentes de tránsito que ocurre porque el sistema de transporte que domina en la República Dominicana es el motoconcho o el de transporte carrito de concho o voladoras que están en muy malas condiciones.
El informe del Observatorio de Políticas Sociales y Desarrollo del año 2017 sobre transporte público y movilidad urbana en el Gran Santo Domingo refiere que 3.5 millones de personas se movilizan en la zona metropolitana y de esas 2.5 millones lo hacen en transporte público urbano.
Refiere, además, que el tiempo invertido para el traslado de un punto a otro en el área del Distrito Nacional en transporte público de una ida, tiene una duración aproximada de 1 hora y 4 minutos. El Metro ha reducido este lapso de tiempo a unos 25 minutos, pero este sistema de transporte rápido apenas cubre el 7 % de la demanda de transporte en la zona metropolitana.
En el plan de movilidad sostenible del Gran Santo Domingo, elaborado por el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) en el año 2019, se describe que el 70% de la población en el GSD se moviliza de manera diaria y que la mayoría de esos desplazamientos tiene como motivo el trabajo o los estudios.
Ahí refiere: “El reparto modal de los desplazamientos en el Gran Santo Domingo es similar con otras metrópolis, con un 42% realizado en transporte privado, 36% en transporte público y un 21% a pie – en modos públicos como a pie- se asume que hay un potencial para aumentar el uso de esos modos de transporte”.