Un devastador accidente en la autopista interestatal 55, cerca de la ciudad de Nueva Orleans, ha dejado al menos siete personas fallecidas y más de veinte heridos, algunos de ellos en estado crítico. La tragedia se desató cuando aproximadamente un centenar de vehículos colisionaron en medio de una «superniebla» que envolvía la zona, generando condiciones de visibilidad extremadamente precarias.
Las autoridades han confirmado el saldo de siete víctimas mortales y han advertido que la cifra podría aumentar a medida que se desarrollen las labores de rescate. El accidente no solo involucró una colisión masiva, sino que también se desató un incendio en una parte del área siniestrada, complicando aún más la situación.
La densa niebla que afectaba a la región se conjugó con el humo proveniente de incendios forestales en los humedales cercanos, lo que resultó en condiciones de visibilidad extremadamente reducidas. Este fenómeno ha estado ocurriendo en la zona durante los últimos días, y aunque a media mañana del día del accidente la niebla se había disipado, el impacto de esta tragedia perdura.
Una parte significativa del estado se encuentra actualmente bajo condiciones de sequía excepcionales, lo que incrementa el riesgo de incendios forestales y contribuye a la formación de estas «supernieblas» en la región. La combinación de factores climáticos y medioambientales ha desencadenado un escenario peligroso, que ha culminado en este accidente trágico.
La comunidad de Nueva Orleans se encuentra en luto por la pérdida de vidas en este accidente en la autopista interestatal 55. Las autoridades continúan trabajando en la atención de los heridos y la investigación del incidente, mientras se mantienen alerta ante el riesgo de incendios y más episodios de «supernieblas» en la región