Al menos tres civiles, incluido un niño, murieron y otros seis resultaron heridos en el noroeste de Siria como consecuencia de bombardeos rusos en una región rebelde. Los ataques ocurrieron al oeste de la ciudad de Idlib y afectaron a una misma familia. Los equipos de rescate están trabajando en la remoción de escombros. Los bombardeos alcanzaron una zona donde están presentes bases rebeldes.
La guerra civil en Siria comenzó en 2011 con protestas a favor de la democracia que fueron brutalmente reprimidas por el régimen. Desde entonces, el conflicto ha resultado en más de 500,000 muertos y millones de personas desplazadas. Con el apoyo de Rusia e Irán, el gobierno de Bashar al Asad ha recuperado gran parte del territorio que había perdido al inicio del conflicto.
Los últimos focos de oposición armada al régimen incluyen áreas en la provincia de Idlib, que está controlada por el grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), dominado por la antigua filial de Al Qaeda en Siria. Aunque desde 2020 ha habido un acuerdo de alto el fuego en el noroeste de Siria, se han registrado enfrentamientos periódicos, y a finales de junio se produjo un repunte de la violencia.