Un nuevo ataque ruso en la ciudad ucraniana de Odesa ha dejado dos muertos y 22 heridos, dañando infraestructura portuaria crucial en el sur de Ucrania. La Catedral de la Transfiguración, una de las catedrales ortodoxas más importantes de Odesa, sufrió graves daños con la mitad del templo sin tejado debido al impacto directo de un misil ruso. La mitad del templo estaba inundada con agua utilizada para extinguir las llamas.
El archidiácono Andrii Palchuk, expresó su tristeza por los daños causados, pero afirmó que con la ayuda de Dios, se restaurará la catedral. La Unesco designó este año el centro histórico de Odesa como Patrimonio de la Humanidad amenazado, y la catedral también se considera parte de este patrimonio cultural.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que las fuerzas rusas atacaron lugares en Odesa donde se preparaban actos terroristas contra Rusia. Sin embargo, Ucrania acusó a Rusia de bombardear ciudades pacíficas, edificios residenciales y sitios icónicos, incluida la catedral.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, prometió represalias por el nuevo ataque nocturno ruso. El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, llamó a la comunidad internacional a condenar este ataque.
Este ataque forma parte de una ofensiva rusa que ha afectado la infraestructura portuaria en el sur de Ucrania en la última semana, después de que Moscú cancelara un acuerdo de grano con Ucrania. Rusia ha estado castigando a Odesa, un importante puerto para la exportación de grano, en respuesta a los esfuerzos de Kiev por recuperar sus territorios ocupados.
La situación ha llevado a tensiones y conflictos en la región, y se espera que las represalias continúen en medio de la crisis actual entre Rusia y Ucrania.