El oeste de Afganistán, específicamente en la provincia de Herat, se ha visto afectado por uno de los peores terremotos en las últimas décadas. El número de víctimas sigue aumentando, con más de 2,400 personas confirmadas muertas y más de 2,000 heridas hasta el momento.
El epicentro del terremoto se localizó cerca de la ciudad de Herat y causó daños significativos en un distrito llamado Zindah Jan. En esta área, al menos una docena de aldeas quedaron completamente destruidas, y más de 1,300 casas resultaron parcial o totalmente dañadas.
Las imágenes de la tragedia muestran comunidades enteras en ruinas, y los habitantes de estas zonas devastadas están trabajando incansablemente, utilizando sus manos para retirar escombros en busca de sobrevivientes y lamentablemente, también de cuerpos de sus seres queridos.
Este terremoto representa un gran desafío para los talibanes, que asumieron el control de Afganistán en agosto de 2021. A pesar de esta catástrofe, no tienen acceso al sistema financiero internacional ni a las reservas internacionales del país.
Las autoridades talibanes han hecho un llamado a organizaciones benéficas, empresarios y ciudadanos adinerados de Afganistán para que brinden asistencia a las víctimas.
Organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad de la Media Luna Roja Afgana (ARCS) están desplegando equipos en la zona para llevar a cabo labores de rescate y proporcionar atención médica a los heridos.
Cabe destacar que Afganistán es propenso a desastres naturales debido a su ubicación geográfica, en la cadena montañosa del Hindu Kush, una región con una alta actividad sísmica. El país ha experimentado una serie de terremotos devastadores en el pasado, y este último se suma a esa lista trágica.