Tomar whisky, vino y otras bebida alcohólicas en esta Navidad puede salir más costoso que antes. La inflación se ha reflejado en sus precios y el consumidor tiene que pagar más por una botella.
Una botella de whisky que en diciembre del 2021 costaba en promedio 1,845 pesos, subió 140 pesos para la época navideña del 2022. Y para la presente temporada volvió a aumentar, esta vez 210 pesos, y ya se vende a 2,195 pesos.
Otra de vino, que costaba 330 pesos en diciembre del 2021, ahora se vende en promedio a 425 pesos, para un incremento del 28.79 %, y del 14.86 % si se compara con el 2022.
Giuseppe Bonarelli, presidente de Rivlas y la empresa licorera El Catador, estima que la inflación acumulada de las bebidas alcohólicas ronda el 18 % en los últimos tres años. Sin embargo, la considera controlada.
«La moneda, como se ha mantenido muy estable, y el euro ha bajado (…), y los fletes de Europa nunca subieron tanto como los chinos, eso tuvo un impacto limitado en el aumento de precios de bebidas importadas», dice.
¿Qué motiva las alzas?
Bonarelli observa que la parte que impacta más en el precio de las bebidas son los impuestos. «Es una industria muy gravada», indica.
Por ejemplo, la tasa por pagar del impuesto selectivo al consumo para bebidas alcohólicas es del 10 %, aplicado sobre el precio sugerido de venta al público. «El margen de la industria se ha ido reduciendo» y «las importaciones han caído», observa el empresario.
La caída la atribuye a una reducción de la demanda con un sobreinventario acumulado. «Se está bajando el consumo por las alzas de todos los precios», comenta. A esto le agrega las presiones económicas por las alzas de las tasas de interés.