Las barricadas de alambre de navajas y malla en la frontera Juárez-El Paso, reforzadas por elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos, han sido objeto de controversia debido a su impacto humano y ambiental.
Migrantes y activistas han calificado estas barricadas como inhumanas y peligrosas, ya que representan un riesgo para aquellos que intentan cruzar la frontera en busca de asilo y protección. Muchos migrantes han expresado su temor por la posibilidad de sufrir lesiones graves debido a las navajas de la alambrada.
Además, la colocación de estas barricadas ha generado preocupaciones ambientales. Los ambientalistas advierten que animales pueden quedar atrapados y lastimados en estas estructuras a lo largo de la frontera.
El Gobierno federal de Estados Unidos ha presentado una demanda contra el gobernador de Texas, Gregg Abbot, por la colocación de estas barricadas y otras infraestructuras en el río Bravo. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, estas acciones violan la Ley de Ríos y Puentes, ya que prohíbe la colocación de barreras u obstrucciones no autorizadas en las aguas navegables del país.
A pesar de la demanda, la Guardia Nacional de Estados Unidos ha reforzado la barrera, aumentando su altura y dificultando aún más el cruce de los migrantes.
La situación en la frontera Juárez-El Paso es desafiante y ha llevado a tensiones entre las autoridades federales y estatales. Mientras tanto, los migrantes continúan enfrentando riesgos y desafíos significativos en su búsqueda de una vida mejor en Estados Unidos.