Tener un Tesla está dejando de ser un valor seguro en el mercado de segunda mano. Y tiene sentido

El vehículo eléctrico pierde valor en el mercado de segunda mano. Y, con esta caída, Tesla vuelve a ser una de las firmas más afectadas. Pero, sobre todo, lo son sus compradores, quienes están dejando de ver a la firma como un valor seguro. Lo cierto es que todo sigue una tendencia natural.

Quienes llevan una década con un vehículo en el garaje y se había despreocupado por completo del mercado del automóvil, estarán observando con horror cuánto dinero les supondrá renovar su vehículo. Los precios de los carros se han encarecido muy por encima de la inflación.

El mercado de segunda mano, evidentemente, también ha seguido esta tendencia y las cosas se han puesto muy peliagudas durante la pandemia de coronavirus y la posterior crisis de microchips. A falta de vehículos nuevos, en el mercado de segunda mano se había creado una burbuja que ahora está explotando.

A falta de vehículos nuevos, era lógico que el precio de carros usados aumentara. Especialmente entre los vehículos de kilómetro cero. Allí se han llegado a ver automóviles ya matriculados que se situaban por encima del coste de uno nuevo, sólo por saltarse la lista de espera, con marcas dando poderosos incentivos para que sus clientes no vendieran sus carros nada más recibirlos.

Pero no sólo los vehículos de kilómetro cero han sido los beneficiados. Todo el mercado se ha encarecido , con los vehículos de más de 15 años disparando sus precios un 36% en comparación a 2021 y las ventas de carros de más de 20 años.

Los más beneficiados han sido aquellos compradores de Tesla que invirtieron en un vehículo de la firma. Sí, invirtieron. Porque al contrario de lo que ha sucedido habitualmente en el sector, tener un Tesla en el garaje era un valor en crecimiento.

A pesar de que en 2022 la compañía produjo y vendió tantos vehículos como nunca.

Pero, como era de esperar, esta situación no iba a durar para siempre. El mercado de segunda mano se está reajustando ahora que los fabricantes empiezan a recobrar la normalidad. Y los compradores de Tesla empiezan a ver cómo ese «valor seguro» está perdiendo interés y sus carros vuelven a parecerse a cualquier otro modelo del mercado.

La consultora Cap HPI cifra esta pérdida de valor en hasta 12.000 euros en el caso del Tesla Model 3 en el último trimestre en Reino Unido. En Reuters cifran la caída en términos similares, con caídas de un 17% en el precio medio de un Tesla usado.

Hay dos factores que contextualizan esta caída. El primero y más evidente: una importante bajada en los precios de los vehículos nuevos de Tesla. En España, si se suma la entrada de dos nuevos modelos dentro del Plan MOVES III, el descuento puede llegar a ser de 20.000 euros. Una estrategia que la compañía está aplicando en Reino Unido, pero también en Estados Unidos, el resto de Europa y China.

El segundo es que, simplemente, el mercado se está ajustando. Los tiempos de espera ya no son de seis meses ni un año. Y la competencia en vehículos eléctricos es, cada día, mayor. Aunque Tesla sigue manteniendo una ventaja competitiva en conducción semiautónoma y consumos, los rivales aprietan y cada día hay más opciones para elegir en el mercado de segunda mano eléctricos.