Las devastadoras inundaciones en Kenia han dejado un saldo trágico, con al menos 257 personas fallecidas y 188 heridas, según informó el Gobierno keniano. Estas lluvias torrenciales, que comenzaron a mediados de marzo, han causado estragos en todo el país, destruyendo casas, carreteras y otras infraestructuras, y afectando a más de 293.000 personas.
En las últimas 24 horas, se han recuperado los cuerpos de 19 personas, incluidos 5 niños, lo que eleva el número total de víctimas mortales a 257. Además, hay 75 personas desaparecidas, según los datos proporcionados por el portavoz del Gobierno, Isaac Mwaura.
Aunque las fuertes lluvias pueden persistir en 31 condados de Kenia, el Departamento de Meteorología prevé una disminución de las tormentas en los próximos días. El presidente, William Ruto, ha ordenado la reapertura de las escuelas el próximo lunes y ha anunciado fondos para la rehabilitación de las escuelas dañadas y la reparación de las carreteras afectadas.
El viernes próximo se ha declarado festivo nacional en memoria de las víctimas de las inundaciones. Sin embargo, muchas personas afectadas, especialmente en los barrios marginales como Mathare en Nairobi, no han recibido ayuda habitacional adecuada. Organizaciones como Human Rights Watch (HRW) han denunciado que el Gobierno keniano no actuó a tiempo ni respondió de manera adecuada a la crisis, a pesar de las advertencias meteorológicas.
Las lluvias intensas de este año se han visto exacerbadas por el fenómeno meteorológico de El Niño, que ha alterado las condiciones atmosféricas en la región del este de África. Es esencial que se intensifiquen los esfuerzos de ayuda y recuperación para mitigar el sufrimiento de las comunidades afectadas y reconstruir las áreas dañadas por las inundaciones.