Snoop Dogg: de las pandillas callejeras y la cárcel a su entrañable amistad con la ama de casa más famosa

Hace dos años, a Snoop Dogg se le murió un nieto. El pequeño Kai tenía tan solo 10 días de vida y falleció de forma súbita, en brazos de su padre, Corde Broadus. En medio del dolor causado por tremenda tragedia familiar, el famosísimo rapero se encomendó a su poder superior y desde las redes sociales todo lo que hizo fue transmitir paz. “Si te enfrentas a algo que no entiendes, elige confiar en Dios. Recuerda todo lo que Él ha hecho por ti. Sus caminos son más altos que los nuestros. Siempre es bueno”, posteó. La experiencia ha llevado a este hombre a un nivel de elevación que se contrapone totalmente con esos agitados comienzos pandilleros. El abuelo Snoop sabe por diablo, pero más sabe por viejo.

Snoop Dogg nació con el nombre de Calvin Cordozar Broadus Jr. en Long Beach, California, el 20 de octubre de 1971. Su madre lo vio parecido al perrito Snoopy y de ahí salió el apodo que le quedaría hasta hoy. Su gusto por la música empezó a desarrollarse cuando todavía era un niño y tocaba el piano y cantaba en la iglesia a la que concurría con su familia. Sobre el final de la primaria apareció el rap en su vida, que terminó de instalarse fuerte en la secundaria, y para cuando se graduó, ya era toda una estrella local. No solo llamaba la atención por su talento sino porque también sabía meterse en problemas.

Consumir drogas empezó a ser parte de su rutina y así vinieron los primeros conflictos con la ley. Lo arrestaban seguido por posesión de estupefacientes y su cercanía con la pandilla Rollin ‘20 Crips Gang no ayudó en su joven prontuario. Según la web United Gangs, que recopila información de las distintas agrupaciones delictivas que actúan en los Estados Unidos, esta banda, que se identifica con la combinación de los colores negro y dorado, es la segunda pandilla callejera afroamericana más grande del lado este de California.

Los Rollin tienen un enemigo declarado y esos son los latinos de Varrio Longo Gang con los que han hecho una tregua, en algún momento, pero que suelen estar enemistados. Snoop Dogg le dio más fuerza a su pandilla cuando se convirtió en una estrella y, aunque luego se despegó, quedó marcado por este pasado problemático.

Cuando grabó los primeros demos con su primo Nate Dogg y su amigo Warren G como 213, Snoop Dogg ya llamaba la atención. Pero fue en 1993 cuando se hizo realmente famoso. Ese año salió a la luz su primer disco, Doggystyle (1993), producido por el mítico Dr. Dre. Enseguida llegó al puesto número uno en las listas de hip-hop a caballito de éxitos como “Who Am I (What’s My Name)?” y “Gin and Juice”.

Ese año también murió un miembro de otra pandilla, Philip Woldemariam, de 20 años, y Snoop Dogg fue puesto en la mira ya que todo ocurrió en medio de un tiroteo con la Rollin ‘20. Por suerte para él, tres años después, con 24 años cumplidos, el rapero fue liberado del cargo de asesinato, aunque su prisión quedaba en suspenso. En 1996 publicaba el Washington Post: “’Le he estado orando a Dios por esto’, dijo Broadus en voz baja unos minutos más tarde, sosteniendo a su hijo de un año en medio de una aglomeración de cámaras de noticias y bajo un aguacero invernal. ‘Durante los últimos meses, he estado tratando de averiguar si podría criar a mi hijo, ¿sabes lo que estoy diciendo?´”.

La amistad menos pensada

“Él está medio dentro y medio fuera todo el tiempo, por lo que nunca se sabe cuál es el verdadero Snoop”, dijo una vez su amiga Martha Stewart. La estrella de la televisión norteamericana, célebre por sus entrañables recetas, sus manualidades estilo country y su cándida sonrisa es amiga de Snoop Dogg. De verdad. Sí, es cierto que compartieron un proyecto laboral, pero su relación va más allá del trabajo: comparten un pasado en la cárcel y también la prohibición de entrar al Reino Unido, entre otras coincidencias.

La hogareña señora y el rapero debutaron juntos en 2016 en Martha & Snoop’s Potluck Dinner Party, el programa que fue un éxito por la cadena VH1. La pareja se había conocido ocho años antes en The Martha Stewart Show cuando él fue de invitado, luego repitió en 2009, y terminaron por hacerse amigos en 2015 cuando coincidieron en el roast a Justin Bieber producido por Comedy Central. Después de ese encuentro en el sarcástico show, el músico dijo: “Se sentó a mi lado y se robó el espectáculo. Fue la roaster más divertida esa noche. En ese momento supe que quería estar junto a esta dama por el resto de mi vida”.

La mancha que condena a Stewart se remonta a 2004 cuando fue acusada de usar información privilegiada de manera fraudulenta, después de vender las acciones que tenía en una empresa de biotecnología. Fue sentenciada a cinco meses de cárcel, tuvo que pagar una multa de 165 mil dólares y, por si fuera poco, debió dejar la dirección de su compañía.

Y al igual que Snoop Dogg -que no pudo entrar a Gran Bretaña por un tiempo porque en 2006 participó de un episodio violento en el que resultaron heridos varios policías-, Martha tuvo problemas similares. A ella también le fue negada la visa para trabajar en ese país por su vieja condena. Según informó The Independent por aquellos años, la Agencia de Inmigración y Fronteras del Reino Unido emitió un comunicado declarando que el Gobierno prohíbe la entrada al territorio a cualquier persona condenada por “delitos graves en el extranjero”. Los abogados del rapero apelaron y finalmente en 2010 le levantaron la prohibición.