El presidente del sindicato United Auto Workers (UAW) ha advertido sobre la posibilidad de una huelga ampliada si las empresas automotrices estadounidenses no mejoran sus ofertas salariales. Esta huelga, que comenzó en tres de las principales automotrices de Estados Unidos, General Motors, Ford y Stellantis, se ha convertido en un punto de debate político.
El UAW está exigiendo aumentos salariales significativos para sus trabajadores, argumentando que las empresas automotrices han tenido grandes ganancias en los últimos años y es hora de que los empleados compartan esos beneficios. La huelga actual involucra a unas 12.700 personas de los 150.000 miembros del UAW que trabajan en estas compañías.
Hasta ahora, el sindicato ha limitado el alcance de los paros laborales para no detener completamente la producción. Sin embargo, están aumentando la presión sobre las automotrices para obtener mejores ofertas.
La situación también ha entrado en el ámbito político, con el Partido Republicano criticando la política económica del presidente Joe Biden y atribuyendo la huelga a problemas económicos más amplios, como la inflación.
Por su parte, Biden ha expresado su apoyo a los trabajadores del UAW y ha instado a las automotrices a ofrecer aumentos salariales más sustanciales. Legisladores demócratas y de izquierda independiente también se han unido a las manifestaciones y piquetes en solidaridad con los trabajadores en huelga.
La situación sigue siendo fluida, con las negociaciones en curso y la incertidumbre sobre cómo se desarrollará la huelga en las próximas semanas.
AFP