Esta tendencia de ser el diputado más votado se ha presentado en los tres torneos electorales en los que ha figurado en la boleta, y también ha registrado un incremento de los votos con los que resulta favorecido en cada una de las elecciones.
El diputado Sergio «Gory» Moya se encamina a partir del próximo 16 de agosto a su tercer periodo consecutivo como legislador, tras resultar electo en los pasados comicios en la circunscripción 3 del Distrito Nacional como el más votado.
Esta tendencia de ser el diputado más votado se ha presentado en los tres torneos electorales a los que ha figurado en la boleta, así como un incremento de los votos con los que resulta favorecido en cada una de las elecciones.
En los comicios de 2016, «Gory» Moya fue electo para su primer periodo como diputado con el Partido Revolucionario Moderno (PRM), con 10,749 votos, quedando delante de los otros seis electos.
En las elecciones congresuales de 2020, también resultó favorecido para repetir en la cámara baja de la República, como el más votado de la circunscripción, en esa ocasión con mayores votos preferenciales, con 14,335.
Ahora mantendrá el curul por cuatro años más, también con marca del más votado, duplicando los votos obtenidos en las primeras elecciones en las que participó, en el 2016, tras obtener el domingo 19 de mayo la suma de 20,011 votos.
Moya Cruz es uno de los señalados en el Caso Calamar como uno de los coordinadores del esquema de extorsión a las bancas de lotería, uno de los apéndices delictivos del supuesto entramado de corrupción destapado mediante la operación Calamar.
En el referido documento se afirma que el legislador, que no figura como acusado, reemplazó a uno de los imputados en el caso, Fernando Crisóstomo Herrera, como el cabecilla de una supuesta red de cobros ilegales a bancas de lotería y deportiva.
De acuerdo con los fiscales, Gory ingresó a la red en agosto de 2018, y se mantuvo en la misma hasta su finalización en mayo de 2020.
Asimismo, los fiscales relataron que el diputado trabajó junto a otros acusados como Frixo Messina Arvelo, el encargado de operaciones de la Dirección de Casinos y Juegos de Azar, y el director de Casino y Juegos de Azar, Julián Omar Fernández Figueroa, quien “permitió todas las facilidades para el proyecto de cobros ilegales siguiera funcionando”.
Igualmente, dicen que se desempeñaba como uno de los que daban las instrucciones de cómo funcionaría la operación, de acuerdo con uno de los delatores del caso.
Sin embargo, el Ministerio Público aseguró que tras ingresar en la red, Gory reestructuró el “proyecto” porque no contaba con la misma base operativa que tenía su predecesor y, como consecuencia, bajaron los gastos, pero también la cantidad de cobros.Listin Diario