Ellos son las vías o trayectos más expeditos y rápidos para entrar en contacto con la naturaleza, disfrutar e interpretar los ecosistemas, crear conciencia sobre el cuidado de los recursos y, además, sirven para el avistamiento de aves y otras especies de fauna y flora en general.
Se trata de los senderos ecológicos, caminos ancestrales con que cuentan las 130 áreas protegidas del país, que permiten realizar turismo ecológico o caminatas de bajo impacto ambiental, beneficiando así a comunidades que cuentan con atractivos particulares.
Máximo Viñas, Adriano Galva y Yariela Marte, encargados, respectivamente, del Departamento Ecoturismo y Uso Público del Programa de Información de Guías, y la División de Desarrollo y Potencialidades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, pusieron en contexto la importancia del senderismo.
“Los senderos usualmente no son caminos que uno establece, sino que son reconocidos y transitados con el paso del tiempo por las comunidades de años atrás, tienen una estructura y trayectos marcados, y actualmente son promocionados como entornos turísticos que se identifican por ser ricos en biodiversidad”, externó Viñas.
La generalidad de las áreas protegidas tienen senderos preparados para mostrar a los visitantes los recursos importantes que hay en esos lugares, y los que no los tienen, por ser declararadas de último, se están planificando y trabajando de acuerdo a sus necesidades, en un primer orden formando los guías que son quienes dirigen las caminatas y dan a conocer esos entornos, comentó Galva.
Según Yariela Marte, cuando el Viceministerio de Áreas Protegida, a cargo de Federico Franco, modifica o mejora algunos senderos lo hace conforme a la protección que requieren esos lugare, evitando cualquier tipo de degradación.
“Y, cuando se diseña algún sendero que no esté creado, es por la demanda de uso público que representa esa área, lo que se busca es que pueda ser utilizado por diferentes personas, sea por grupos de niños o envejecientes. No siempre tienen la misma tipología”, puntualizó Marte.
Especificó que algunas áreas pueden tener elevaciones, paisajes y suelos que definen incluso su uso, como son las actividades extremas, de recreación, montar bicicletas o simplemente para desconectarse, disfrutar del exhuberante paisaje o escuchar el canto de las aves.
De ahí que las barandas, escalones, señales y otras facilidades son en base a las características del entorno para garantizar la preservación y seguridad del lugar.
Viñas insta a los usuarios tener conocimientos básicos de las áreas que se propongan visitar para percatarse donde ir, las reglas, facilidades y cargar las vestimentas adecuadas para su disfrute pleno.
A través de los guías, las personas que hacen senderismo pueden dar cuenta de sus experiencias y denunciar cualquier anomalía o mal estado que observe.