En un paso crucial hacia la estabilización de Haití, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha aprobado una resolución que autoriza el despliegue de una misión de seguridad multinacional en el país. Esta medida se toma en medio de una grave crisis social, política y económica en Haití, que ha sido asolada por bandas armadas y ha experimentado una profunda agitación.
La propuesta fue presentada por el gobierno de los Estados Unidos y establece que las Naciones Unidas coordinarán una intervención liderada por Kenia, que ha ofrecido desplegar alrededor de 1,000 agentes de seguridad. Otros países de la región también han expresado su disposición a contribuir con personal para esta misión.
Un factor importante que ha afectado la votación de esta propuesta ha sido la oposición de China. Hasta hace poco, China había expresado una fuerte oposición a esta iniciativa, lo que retrasó su aprobación. Sin embargo, según informes, se han realizado esfuerzos para abordar las preocupaciones de China y buscar una solución que sea aceptable para todas las partes.
Estados Unidos ha buscado la ayuda de Brasil para mediar con China en este asunto, ya que ambos países comparten la opinión de que una fuerza extranjera debe ayudar a Haití, pero no pueden liderarla ellos mismos ni permitir que ninguna potencia internacional o regional lo haga.
Si bien Estados Unidos no liderará ni participará activamente en la intervención, ha comprometido recursos logísticos y financieros significativos para respaldarla. Se estima que aportará alrededor de USD 100 millones para la misión liderada por Kenia.
La idea de una intervención extranjera en Haití ha sido planteada en numerosas ocasiones debido a la inseguridad y la inestabilidad en el país, que han persistido desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021. El gobierno interino de Haití ha argumentado que las condiciones actuales no permiten la celebración de elecciones y que primero se necesita una misión para restaurar la seguridad y el monopolio del Estado sobre la fuerza.
Se espera que esta misión se centre en mejorar las condiciones de seguridad en Haití, incluyendo la lucha contra las pandillas y la toma de puntos clave de infraestructura para estabilizar la situación en el país.
La crisis en Haití se ha cobrado un alto costo humano, con miles de personas asesinadas y secuestradas, lo que ha generado una necesidad urgente de asistencia y estabilidad en el país.
Esta resolución representa un paso significativo hacia la búsqueda de una solución a largo plazo para los problemas que enfrenta Haití, aunque aún queda por ver cómo se desarrollará la implementación de esta misión multinacional de seguridad.