Este lunes, las enfermeras del Hospital José María Cabral y Báez detuvieron sus labores durante ocho horas, en protesta por el presunto incumplimiento de acuerdos gubernamentales. La acción fue organizada por el Sindicato Nacional de Trabajadores de Enfermería (Sinstrae), que demanda soluciones inmediatas.
Entre sus principales reclamos se encuentran la reclasificación de puestos, ya que profesionales con más de 20 años de servicio siguen registradas como auxiliares, sin recibir la compensación correspondiente. Asimismo, exigen el pago de incentivos por tiempo de servicio, la contratación de más auxiliares y técnicos y la reincorporación de enfermeras despedidas, algunas con experiencia en la primera línea contra el COVID-19.
El dirigente sindical Francisco Peña señaló que el hospital enfrenta un grave déficit de personal, agravado por los despidos, y criticó que la promesa del presidente Luis Abinader de otorgar a las enfermeras un trato igual al de los médicos no se ha cumplido. Peña recordó que durante una protesta pacífica en Santo Domingo, las enfermeras fueron agredidas por la Policía.
Las manifestantes advirtieron que, si no reciben respuestas, podrían extender las paralizaciones de manera indefinida, lo que afectaría aún más los servicios en el principal hospital de la región Norte.