Llevamos años inmersos en una nueva carrera espacial. Hay ejemplos de cooperación como la Estación Espacial Internacional en la que Estados Unidos, Japón, Europa, Canadá y, de momento, Rusia, colaboran en labores de investigación. Eso sí, Rusia ya dijo que iba a ir por libre a partir de 2024y, ahora, ha lanzado una nueva sonda lunar dentro del marco de la misión Luna 25.
Volviendo 50 años después. En 1976, en pleno auge de la carrera espacial y la Guerra Fría (aunque estamos en otro periodo espacial similar), la Unión Soviética tenía un potente programa de conquista espacial y puso en marcha varias misiones para recoger muestras de la superficie lunar. Luna 24 fue la última de ellas y con Luna 25 esperan repetir el logro al desplegar un robot en la superficie del satélite.
Punto crítico en dos semanas. Puede parecer sencillo enviar una sonda a la Luna, pero realmente para Rusia no lo es tanto. En 1988 emprendieron la última misión con la Phobos 2, que se perdió llegando a Marte. Intentaron volver en 1996 y 2011, pero las sondas no llegaron a salir de la órbita terrestre baja. Por eso, la fecha clave es dentro de dos semanas, cuando se espera que empiece el aterrizaje de Luna 25 en el satélite y se complete la primera parte del viaje.
Al polo sur. Poco a poco, la Luna se está convirtiendo en un lugar bastante transitado. La nueva misión rusa tiene como objetivo un punto cercano al polo sur para recoger muestras de terreno y analizar su composición, pero la sonda va equipada con cámaras, espectrómetros y monitores de radiación para recabar cuantos más datos, mejor.
Objetivo 2027. Al margen de este lanzamiento, Rusia tiene previsto lanzar su propia estación espacial a partir de 2024. Además, ya tienen en el horizonte Luna 26 con nuevas expediciones de despliegue de robots para un futuro. Ahora bien, queda esperar para ver si los planes se van cumpliendo. Les ha costado más tiempo del previsto poner Luna 25 en el aire y, con la guerra en Ucrania, los fondos miran al brazo militar.
De hecho, como leemos en Arstechnica, Luna 25 empezó a gestarse en los 90, pero la situación económica del país impidió destinar fondos a la misión. Tras intentar asociarse con otros países y con la mismísima ESA para este lanzamiento, los fondos fueron retirados tras la invasión de Ucrania y, desde entonces, Luna ha ido por su cuenta.
Estados Unidos ni se inmuta. Estados Unidos, Rusia y China se inquietan cuando un rival emprende una misión espacial, pero en este caso, los norteamericanos parecen tranquilos. Bill Nelson, Administrador de la NASA, comentó que desea lo mejor a Rusia en esta misión, pero también que están en una carrera espacial con China.
Y China pasa de Rusia. Por su parte, China, que podría ser el aliado de Rusia en la carrera espacial (están colaborando en otras materias, como el veto tecnológico), va a su ritmo. Están preparando el lanzamiento de su propia Estación Espacial debido al veto estadounidense y Rusia no fue una de las primeras invitadas a la fiesta.