Rolls-Royce y la aerolínea europea easyJet han probado con éxito un motor a reacción impulsado por hidrógeno, como anunciaron ambas compañías en un comunicado este martes. Su objetivo es reducir las emisiones para 2050 y aseguran que esta prueba terrestre ha supuesto “la primera prueba del mundo de un motor aerodinámico moderno impulsado por hidrógeno”.
Para la prueba, que se realizó en una instalación al aire libre en MoD Boscombe Down, Reino Unido, utilizaron un motor de avión Rolls-Royce AE 2100-A modificado.
Volar es una de las formas de viajar más contaminantes y las emisiones de las aerolíneas tienen un gran impacto sobre el planeta. La Réseau Action Climate Association descubrió que, si contamos desde febrero de 2022, la aviación es responsable del 5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Dado que estos cálculos no han tenido en cuenta los vuelos con escalas, las emisiones, en realidad, pueden ser mucho más altas, alcanzando más del 15% de las emisiones globales.
La industria de la aviación dice que está tratando de reducir las emisiones desarrollando aviones que utilicen combustibles alternativos, como el hidrógeno, para estos viajes aéreos. El atractivo del hidrógeno radica en su capacidad para producir vapor de agua en lugar de dióxido de carbono, lo que hace que el experimento de Rolls-Royce e easyJet sea tan significativo. En los últimos años, varias industrias como las aeronáutica, han invertido mucho en tecnologías de hidrógeno para tratar de reducir sus emisiones.
Sin embargo, el hidrógeno está lejos de ser una solución milagrosa, ya que resulta difícil de almacenar dado que requiere altas presiones, bajas temperaturas y procesos químicos para poder guardarse de forma compacta.
Y cuando hablamos de emisiones, no todos los tipos de hidrógeno son iguales. Separar el hidrógeno de otros elementos requiere mucha energía, y el tipo de energía que se utiliza es muy importante. Si el hidrógeno se crea utilizando combustibles fósiles, lo que se conoce como hidrógeno “gris” o “azul”, la huella final de combustible fósil puede ser muy alta. Para que los aviones alimentados con hidrógeno sean efectivos a la hora de reducir emisiones, deberán funcionar con lo que se conoce como hidrógeno “verde”, que se fabrica con energía renovable, como la solar o la eólica. La prueba de easyJet y Rolls-Royce se realizó con combustible de hidrógeno obtenido a partir de energía eólica y mareomotriz, ambas renovables, lo que hace que sea hidrógeno “verde”.
Las aerolíneas también se enfrentarán a la dificultad de introducir y certificar nuevos diseños de aeronaves que puedan acomodar combustible de hidrógeno, y los fabricantes deberán rediseñar los aviones para que incluyan tanques de combustible más grandes, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo. Además, algunos vuelos van a necesitar mucho más hidrógeno que otros tipos de combustibles: un Boeing 747 requiere más de un millón de litros de hidrógeno para viajar la misma distancia que haría con 250.000 litros de combustible tradicional, informa The Guardian.
A pesar de los inconvenientes, Rolls-Royce e easyJet dicen que están planeando una nueva serie de test para poder realizar luego vuelos de prueba. Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer antes de que se pueda desarrollar el combustible de hidrógeno para aviones, y es probable que inicialmente solo sea útil en vuelos de corta distancia de hasta 3000 kilómetros. Un informe de la Unión Europea de 2020 estima que los aviones impulsados por hidrógeno podrían llegar al mercado en 2035 .
“El éxito de esta prueba de hidrógeno es un hito emocionante. Anunciamos nuestra asociación con easyJet en julio y ya hemos tenido un comienzo increíble con este logro histórico”, dijo la directora de tecnología de Rolls-Royce, Grazia Vittadini, en un comunicado. “Esto podría ayudar a cambiar por completo el futuro de los vuelos”.