Rikki, el anillo para pagar: análisis

Dicen que las mejores tecnologías son esas que se integran en tu vida cotidiana de una manera tan fluida que en poco tiempo olvidas cómo era que hacías antes de tenerlas. Rikki es un excelente ejemplo de ello. Se trata de un anillo inteligente con el que puedes pagar usando tus tarjetas bancarias, pero sin tener que llevarlas encima.

La idea detrás de Rikki es sencilla. Se trata de un anillo que oculta en su interior un chip que se enlaza a tus tarjetas bancarias para que puedas pagar con ellas en cualquier terminal que admita pagos sin contacto. A menudo las ideas sencillas son las más difíciles de ejecutar. La joven compañía con sede en Barcelona que ofrece el anillo ha estado tres años trabajando con soluciones de VISA y Mastercard para cumplir todas las certificaciones de seguridad electrónica que exigen ambos gigantes de los pagos electrónicos.

Envoltorio de regalo de Rikki, el anillo para pagar.

Aunque no lo especifiques en la compra, el anillo llega ya envuelto para regalo en un paquete realmente bonito.

Imagen del anillo para pagar Rikki en su soporte de madera de olivo.

Al abrir el paquete, el anillo viene protegido de esta forma e incluye su propia base de madera de olivo.

El anillo en sí está confeccionado en cerámica de alta resistencia (lo que además lo hace hipoalergénico), y con un acabado brillante disponible en colores negro metalizado, blanco perla, azul y rosa al cierre de esta review. Una pequeña marca circular mate apenas visible parece indicar el punto en el que está insertado el chip, pero realmente no es necesario acercar ese punto de forma específica al datáfono para que funcione. En la cara interior del anillo están grabados los logos de Rikki y de Mastercard.

Detalle del del anillo para pagar Rikki en su soporte de madera de olivo.

En el interior del anillo se pueden ver los logotipos de Rikki.io y Mastercard.

El anillo Rikki es sumergible hasta 50 metros de profundidad. También resiste el polvo y la suciedad, y hasta soporta temperaturas de 90º Celsius durante media hora. No tiene partes móviles, y salvo por la marca circular, se diría que está hecho en una sola pieza. La mejor parte, sin embargo, es que para funcionar no necesita de baterías de ningún tipo ni conexión a ninguno de nuestros dispositivos.