Ministerio de Trabajo anunciará el proximo 15 de Enero programa para reducción de jornada laboral

El próximo lunes, el Ministerio de Trabajo de la República Dominicana dará un paso audaz al presentar un plan piloto destinado a transformar la rutina laboral del país caribeño. Con el Centro Cultural del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) como escenario, el reloj marcará las 9:30 de la mañana para un lanzamiento que promete redefinir la manera en que los dominicanos conciben su semana de trabajo.

La iniciativa, presentada como un plan piloto voluntario, propone la implementación de una jornada laboral reducida a cuatro días por semana, manteniendo la remuneración actual. Este enfoque vanguardista busca alinearse con las demandas y dinámicas de la sociedad contemporánea.

¿En qué consiste exactamente esta reducción de jornada laboral? Simple: implica una disminución en la cantidad de horas trabajadas en un día. Este cambio no solo se ajusta a las necesidades de aquellos que deben cuidar de familiares, ya sean niños o adultos dependientes, sino que también refleja una adaptación a los tiempos cambiantes.

El plan dominicano sigue los pasos de otros países que han adoptado esta medida con éxito. España, donde la jornada reducida es un derecho tanto para empleados como empleadores, establece la posibilidad de una disminución temporal de entre un 10% y un 70% de la jornada de trabajo.

Francia, pionera en la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales desde 1999, ha experimentado resultados mixtos. Aunque se esperaba la creación de dos millones de empleos, la realidad mostró un incremento de 350,000 puestos de trabajo.

Islandia, conocida por su experimento entre 2015 y 2019, redujo la jornada laboral a 35 horas sin afectar los salarios, sirviendo de inspiración para otros países.

Bélgica, en 2003, redujo su jornada laboral a 38 horas semanales, permitiendo a los trabajadores disfrutar de más tiempo para actividades personales sin sacrificar sus ingresos.

La República Dominicana se suma así a una tendencia global que reconoce la importancia de equilibrar la productividad con la calidad de vida de los trabajadores.