Región australiana penalizará las terapias de reorientación sexual

El estado de Australia Occidental, en el oeste australiano, anunció este jueves que tipificará como delito las llamadas «terapias de reorientación sexual» de personas LGTBI tras un informe del Parlamento regional sobre un centro cristiano que realizaba estas prácticas.

«El Gobierno tiene un sólido historial de apoyo a las personas LTBTIQA+ in WA (siglas en inglés de Australia Occidental) y se opone a los intentos de forzar el cambio de la identidad de género o la orientación sexual de las personas», indicó en un comunicado el jefe del Gobierno regional, Mark McGowan.

«Las prácticas de conversión y represión no solo son inefectivas sino que minan el valor fundamental de la dignidad personal y tienen impactos negativos de larga duración en la salud mental de las personas LGTBIQA+ de nuestra comunidad», agregó McGowan.

El anuncio del Gobierno se produce el mismo día en que el Comité de Educación y Salud del Parlamento del estado publicó un informe tras una investigación sobre un centro cristiano dirigido por la Fundación Esther, denunciado por decenas de antiguos residentes que fueron sometidos a terapias de reorientación sexual y otros abusos.

Gabriel Osborne, superviviente del centro, indicó que durante años las víctimas trataron de denunciar la situación, pero no eran creídas por las autoridades o no actuaban, según el medio Perth Now.

La madre de otra víctima dijo que responsables del centro la acusaron de haber sido una mala madre y abusaron de su hija, que desarrolló trastorno por estrés postraumático.

«No puedo perdonarme por haber dejado a mi hija en tal sitio», dijo Gabrielle Rowe, la madre.

Los responsables del centro, dedicado a la rehabilitación de mujeres y niñas vulnerables y con problemas sociales y de drogas, forzaban a algunos residentes a confesar si tenían «pensamientos homosexuales» y hasta los sometían a exorcismos para «curarlos» de su orientación sexual, descubrió el comité parlamentario.

Abusos psicológicos y sexuales, prácticas religiosas extremas e irregularidades médicas son algunas de las malas prácticas detectadas en la Fundación Esther, fundada en los años 1990 en Perth por Patricia Lavater, del movimiento cristiano Ministerios del Nuevo Día Pentecostal.

Según el informe, los abusos bajo investigación se produjeron principalmente entre 2004 y 2020 y la «influencia dominante» de la fundadora evitaba que algunos residentes o trabajadores hablaran contra ella o presentaran quejas.

La junta directiva de la Fundación despidió a Lavatar en 2019, pero no censuró a la directora públicamente, y la investigación en el Parlamento comenzó en abril de este año.

EFE