Redes sociales y adolescentes: qué recomiendan 5 expertos de la región para un uso inteligente

El uso continuo de las redes sociales por parte de niños y adolescentes desvela a los padres por temor a que dañen su salud mental. Para esclarecer qué hay de verdad acerca de sus posibles riesgos y ver qué acciones adoptar con el fenómeno, Infobae consultó a distintos especialistas que expresaron su posición al respecto, no siempre coincidente, para sumar a un debate que se está dando a nivel global.

Josefina Finzi, psicoanalista clínica de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA); Jorge E. Catelli, psicoanalista miembro Titular en Función Didáctica de la APA; Juan Carlos Castellanos, psiquiatra especialista en infanto juvenil; Jennifer Lira Mandujano, investigadora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FESI), de México, y el psicólogo Fideblaymid Cruz se manifestaron en torno de los aspectos nocivos y también de los buenos usos que puede darse a las redes y señalaron las acciones a adoptar por parte de los adultos responsables.

Una alerta para tener en cuenta

El director general de Sanidad de Estados Unidos, doctor Vivek Murthy,pidió una “acción inmediata” por parte de las empresas tecnológicas y de los legisladores para proteger la salud mental de los niños y adolescentes en las redes sociales, como Instagram, TikTok y Snapchat.

El número de adolescentes y el tiempo que pasan en las redes sociales ha encendido la alarma entre los profesionales de la medicina, que apuntan a un creciente corpus de investigaciones sobre el daño que estas plataformas pueden causar a los jóvenes.

El doctor Vivek Murthy ya se había expresado anteriormente diciendo que 13 años es una edad demasiado temprana para que los niños estén en plataformas de redes sociales: “Yo, personalmente, con base en los datos que he visto, creo que 13 años es demasiado pronto. Es un momento en el que es realmente importante que reflexionemos sobre lo que piensan acerca de su propia autoestima y sus relaciones, y el entorno sesgado y a menudo distorsionado de las redes sociales suele hacer un mal favor a muchos de esos niños”, dijo Murthy.

El uso excesivo de Tik Tok puede conducir a un sin fin de contenido negativo que puede dañar la salud mental Getty

Cuáles son los efectos de las redes sociales

Una nueva investigación sugiere que consultar habitualmente las redes sociales puede alterar la química cerebral de los adolescentes.

Un estudio publicado en JAMA Pediatrics, comprobó que los estudiantes que consultan las redes sociales con más regularidad muestran una mayor sensibilidad neuronal en determinadas partes del cerebro, lo que hace que sus cerebros sean más sensibles a las consecuencias sociales con el paso del tiempo.

Estudios recientes demuestran otras formas en que el tiempo excesivo frente a la pantalla puede afectar al desarrollo cerebral. En los niños pequeños, por ejemplo, se asoció con peores habilidades de alfabetización emergentes y capacidad para utilizar el lenguaje expresivo.

Según el primer estudio de este tipo realizado por investigadores de ciencias informáticas de la Universidad de Minnesota (UofM), confirmó que la plataforma de redes sociales y su algoritmo único pueden servir como un refugio y un obstáculo para los usuarios que luchan con su salud mental. El documento se acaba de publicar en las actas de la Conferencia de la Asociación de Maquinaria de Computación (ACM).

una conexión excesiva en redes sociales se convierte en una adicción conductual, con indicadores similares a los del consumo de sustancias adictivas como el tabaco o el alcohol (AP Foto/Armando Franca)

Cómo se generan los problemas de salud mental

Según un artículo publicado en la Fundación Unam, Jennifer Lira Mandujano, investigadora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FESI), advierte sobre como la adicción a las redes sociales se está convirtiendo en un serio problema de salud mental, afectando relaciones personales y afectivas de los jóvenes; por su uso desmedido y sin control.

Ha comentado que mantener una conexión excesiva en redes sociales se convierte en una adicción conductual, con indicadores similares a los del consumo de sustancias adictivas como el tabaco o el alcohol, en donde las personas, en su mayoría jóvenes, una vez que ingresan a las plataformas digitales, concentran prácticamente toda su rutina diaria en ello.

Las cifras indican que hay una interacción continua en plataformas como Twitter, Facebook, TikTok, Instagram y WhatsApp, en dónde los jóvenes sin darse cuenta, están adquiriendo un hábito adictivo que rige todos sus pensamientos, sentimientos y conductas.

La experta dijo que pueden identificarse los factores de riesgo, ya que inciden directamente en el comportamiento social de los usuarios, causando afectaciones sobre todo en sus círculos más cercanos, como la familia, los amigos o las relaciones de pareja.

infobae

“Aun sabiendo que todos tenemos muchas cosas que hacer en el trabajo, la escuela o el hogar, vamos aplazando este tipo de actividades para estar más tiempo conectados a las redes sociales en las que, además, se han desarrollado una serie de algoritmos informáticos que, no sólo invaden nuestra privacidad, sino que además identifican nuestros gustos, intereses y necesidades de información, para atraparnos y mantenernos más tiempo en las redes y no podamos desconectarnos tan fácil”, explicó.

El origen para el desarrollo de los síntomas en cada persona puede ser muy variado y por lo general son la unión de muchos factores, como aseguró el psicólogo Fideblaymid Cruz en una nota reciente a Infobae, y “no solo las redes sociales pueden conducir a que se presenten signos y síntomas asociados a estas enfermedades”.

Según el especialista entre los puntos en los que estas plataformas pueden llevar a sufrir de trastornos mentales se encuentran los siguientes:

– La comparación con amigos y figuras públicas

“Comprarse con otros, al ver los lugares a los que viajan, la ropa que usan y su aspecto físico, conduce a que los jóvenes no crean que estén disfrutando de su vida como otros de su edad, desarrollen baja autoestima y una percepción falsa de su imagen corporal, y se obsesionen con la necesidad de verse igual que los demás en sus redes sociales”.

– El tiempo que pasen en las aplicaciones

“Al pasar más de dos horas en ellas puede afectar negativamente la salud mental, incluyendo la asociación entre un uso excesivo del móvil y el tiempo que se pasa en redes sociales frente a la calidad del sueño en los jóvenes”.

"Hay que poner en juego la dimensión de la subjetividad, de qué modo el sujeto toma a las redes sociales en función de sus estructuras psíquicas. De acuerdo a ello habrá una potenciación o un despliegue de una estructura patológica", expresó Catelli (Getty Images)

– El ciberacoso

“Las redes se utilizan como medio para difundir mensajes, imágenes, videos y otros contenidos virtuales que intimidan, se burlan, amenazan, avergüenzan a una persona (o grupo de personas). Entre las consecuencias del ciberacoso, también se encuentra la posibilidad de abusar de sustancias nocivas, ausentismo y/o fobia escolar, estrés, sentimientos de ira y frustración, irritabilidad, trastornos del sueño, dificultades de aprendizaje e ideación suicida”.

Qué dicen los especialistas

Josefina Finzi, psicoanalista clínica de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), especialista en crianza niños, adolescencia y adultos, expresó a Infobae: “En las familias, los padres tienen temores porque los jóvenes se aíslan, no saben qué hacer. Debemos tener en cuenta que eso es un pedido de ayuda y que no podemos ir contra las redes, no podemos hablar si TikTok favorece o no el suicidio. No podemos hacer una campaña mundial contra la tecnología, porque tendríamos que hablar del famoso capitalismo y neoliberalismo que nos lleva a las redes a consumir y a no ser personas. Entonces hay que volver a las fuentes”, señaló.

Sin embargo, para Jorge E. Catelli, psicoanalista Miembro Titular en Función Didáctica de la Asociación Psicoanalítica Argentina – Profesor e Investigador de la UBA (MN 19868), existen opiniones diversas y controversiales sobre las redes sociales, ya que no son una vía inequívoca.

“En mi opinión no puede haber una generalización. Hay que poner en juego la dimensión de la subjetividad, de qué modo el sujeto toma a las redes sociales en función de sus estructuras psíquicas. De acuerdo a ello habrá una potenciación o un despliegue de una estructura patológica”, dijo el psicoanalista y agregó: “La idea generalizada de demonizar las redes sociales es un pensamiento retrógrado. Porque por ejemplo, en los años 70 prohibían el uso de las calculadoras porque no permitían que los jóvenes “pudieran pensar correctamente” y no fue así. Hoy en día esto sigue vigente en un pensamiento conservador que no puede aceptar como grandes potenciadores a las redes sociales”.

El adulto debe estar a la vista, disponible y acercarse a los jóvenes

¿Qué pueden hacer los padres y los jóvenes ahora?

Según Catelli los padres deben estar “en vigilia” con los jóvenes, que no significante “vigilantes”, aclaró el psicoanalista. “Yo uso dos metáforas para lo que deben hacer los padres con sus hijos. Una es la de la estación de servicio. El adulto debe estar a la vista, disponible y acercarse a los jóvenes. Cuando ve que la cosa se empieza a complicar, tiene que acudir en su auxilio. Y aquí aparece la otra metáfora: debe ser un camión de remolque e ir en su ayuda”.

El psicoanalista explicó que hay jóvenes curiosos que arman proyectos a través de las redes sociales, lúdicos, con otros chicos y llegan a hacer cosas muy interesantes. Pero en esa misma situación puede haber quien desarrolle una fobia evitativa, por la que desea estar solo, aislado. “En estos casos se profundiza una patología, pero esta no es producto de las redes sociales, a las cuales se las estigmatiza”.

Y agregó: “Las redes sociales son un invento de la humanidad. Por lo tanto, tienen un parecido a nuestro psiquismo. No van a generar per se una patología si no hay un campo fértil”, señaló. Otro consejo para los padres de Catelli es preocuparse en mirarse a sí mismo. “A veces, es más fácil ver la adicción al celular en los hijos que en uno mismo”, expresó.

Como recomendación destacó especialmente la importancia de pensar en espacios de comunicación con hijos que reúnan intereses en común y sin el medio tecnológico, por ejemplo, deportes, ir a ver una película, tomar un café… “Hay que encontrar el modo de lograrlo. No podemos dejarlo a una inercia, hay que procurar el encuentro significativo con los hijos”, concluyó Catelli.

Por otro lado, Finzi afirmó que “sos límites se establecen antes de que sean jóvenes, en la infancia, en los niños, y también después mediante la autoridad de los padres. Con su sociabilidad ellos tienen una posibilidad de mostrarle a los hijos que las relaciones se hacen de otra forma, en presencia y con los cuidados de indicar aquellos riesgos de encuentros con personas psicopáticas, que a los chicos jóvenes es algo que también puede atraerles. De manera que los peligros están en la tecnología y están en la vida real, en la presencia real del humano con otro humano”, expresó la psicoanalista.

En cuanto al vínculo de los padres, de la parentalidad, en este caso hablando de que son cuidadores de sus hijos, “hay que revisarlo en términos de preocupación suficiente, necesaria, pero no abrumadora de peligros de enfermedad mental. Esto puede ocurrir que suceda en estructuras psíquicas debilitadas, tal vez por enfermedades, por aislamiento emocional, por excesivos miedos”, manifestó la especialista.

“Entonces, son los adultos quienes, reforzando el sistema parental y además con respeto y cooperación en la crianza, aunque sean ya adolescentes, van a adecuar este peligroso mundo”, afirmó la psicoanalista y recomendó “limitar los tiempos, asegurarse o tratar de ver cuáles son las visitas que los chicos hacen a determinados sitios. Como es algo incontrolable, asistimos a una necesidad de volver a hablar de vínculos estables, seguros, con los padres, con los responsables, con los amigos mayores, con gente que tenga experiencia y se rodeen de ese lugar seguro donde puedan comentar lo que les está pasando, hablar de esto. Sobre todo, que la persona que los escuche los entienda, no que castigue, que sea una relación deconfianza y protección”.

En tanto, el doctor Juan Carlos Castellanos, el psiquiatra especialista en infanto juvenil, expresó a Infobae: “Hay que trabajar con los padres el tema de los ejemplos. Yo lo veo en el consultorio, que los chicos que tienen que esperar en la sala de espera, cuando yo veo a los padres, les dan un celular y es una manera de callar a los chicos”.

Todos los especialistas coincidieron en la necesidad del acompañamiento de los padres o adultos responsables (Getty)

“Entonces, tampoco está bueno. Los dejan con los dispositivos para que estén más tranquilos, para que no desordenen la casa, para que no hagan cosas de niños. Pero después son los adolescentes que están todo el día en el cuarto”, remarcó. También destacó, que “es importante el ejemplo que podemos dar como padres. Si estamos todo el día trabajando y llegamos y no cenamos en familia y nos ponemos a trabajar o con nuestros dispositivos” no le hará bien a los hijos.

“Sirve mucho formar comunidad con otros padres. Por ejemplo, el primer celular, ¿a qué edad se le puede dar a un chico? Es difícil cuando aparece un chico en primer grado que ya tiene celular, todos los otros van a pedir celular. Entonces sirven mucho en el colegio, los grupos de padres, los grupos de chat, armar como una comunidad de ponerse de acuerdo. Decir, ‘bueno, a tal edad les damos celular. Si les damos celular, que lo usen, pero que lo usen a la tarde’. Entonces no se excluye a ningún chico, ninguno queda por fuera, y los que se van incluyendo, bueno, se les va poniendo como un límite más colectivo”, expresó Castellanos.