RD$1,000 millones sin justificar: lo que encontró la Cámara de Cuentas en INAIPI

La recién instalada Cámara de Cuentas de la República Dominicana reveló este 26 de mayo una grave serie de irregularidades por más de RD$ 1,000 millones en el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI), correspondientes al período 2016-2020, bajo la gestión de Berlinesa Franco.

El informe de más de 500 páginas, fruto de una auditoría especial, expone una cadena de irregularidades administrativas, financieras y contractuales, muchas de ellas cometidas en procesos declarados de emergencia durante la pandemia del COVID-19.

Entre los hallazgos más alarmantes destacan:

Pagos por alimentos no entregados, guías ficticias y contratos vencidos.

Suministros adquiridos sin evidencia de recepción o sin registro en SIGEPI.

Contratos adjudicados a empresas sin capacidad operativa ni técnica.

Duplicidad de documentos, adjudicaciones a proveedores relacionados entre sí y alteraciones en documentación oficial.

Uno de los casos más cuestionados fue el contrato de urgencia INAIPI-MAE-PEUR-2020-0001, por RD$ 531 millones, para la distribución de alimentos crudos a los centros CAIPI y CAPI, donde se evidenciaron pólizas con coberturas excesivas, diferencias entre valores contratados y los registrados oficialmente, y pagos a proveedores con deudas fiscales.

Además, se detectaron anomalías por RD$ 103 millones en contratos de emergencia durante la pandemia: entregas fuera de plazo, pagos sin revisión de la Contraloría, y adjudicaciones sin las ofertas técnicas ni garantías exigidas.

También fueron señaladas inconsistencias en la compra de kits alimenticios por RD$ 100 millones, contrataciones sin respaldo presupuestario, y pagos realizados por productos diferentes a los contratados, incluyendo lácteos, mobiliario, materiales de cocina y ferretería.

La auditoría incluso revela compras que no cumplían con las especificaciones técnicas ni sanitarias, contratos adjudicados a empresas sin documentación legal completa, y pagos tramitados desde departamentos que no correspondían.

La Cámara de Cuentas advierte que estos hallazgos comprometen la transparencia institucional y representan un posible riesgo legal para los funcionarios actuantes, tanto civiles como militares, durante el período fiscalizado.