Tener una vivienda propia siempre ha sido el sueño de muchas personas, pues representa estabilidad, independencia y seguridad, al igual de que puede ser vista como una forma de inversión debido a que las propiedades inmobiliarias suelen aumentar su valor en el tiempo.
El proceso de adquirir una vivienda requiere la ejecución de diversos pasos, así como algunos gastos de los que no necesariamente se tiene en conocimiento al tomar la decisión. Por ello, para dar este paso, es recomendable iniciar con una buena planificación financiera que permita crear un hábito de ahorro, mediante el cual no solo obtengamos los recursos económicos necesarios para lograr el objetivo, sino que servirá de colchón ante cualquier imprevisto.
A continuación, mostramos algunos de los aspectos que deben ser tomados en cuenta antes, durante y después de comprar un inmueble:
1. Presupuesto
En primer lugar, es preciso contar con un presupuesto estimado del costo de la vivienda, para definir si será necesario acceder a un financiamiento y de cuánto se dispone para el pago de las cuotas.
2. Precalificación
De optarse por solicitar financiamiento, a través de un préstamo hipotecario, se sugiere realizar una precalificación en la entidad de intermediación financiera de preferencia. De esta forma, ya se estará en conocimiento de que la capacidad de pago del solicitante está acorde al monto que desea tomar prestado y las condiciones de la facilidad crediticia, entre las que se encuentran, la tasa interés, la duración del préstamo (que en ocasiones puede ser de hasta 40 años), además del porcentaje de financiamiento del cual algunas entidades ofrecen hasta un 90% del valor del inmueble.
3. Búsqueda de la propiedad
Una vez definido el presupuesto, la precalificación y las condiciones del préstamo, será el momento de ubicar la vivienda.
Se debe tener en cuenta que hay aspectos que pudieran conllevar un cambio de decisión con relación al presupuesto, bien sea en el tipo o las condiciones del inmueble. El tamaño de la vivienda, su distribución (cantidad de habitaciones, baños, etc.), ubicación, si tiene exclusividad para propietarios, entre otras características, tienen en cuenta los vendedores a la hora de establecer el valor de la propiedad y quizás, dependiendo el presupuesto y qué tanto se esté abierto a ajustarlo, puede implicar un cambio significativo en lo que se desea.
Para este proceso de búsqueda, se cuenta con sitios web de empresas de bienes raíces y asesoría de agentes inmobiliarios, que sirven también de referencia. Igualmente, se tiene la opción de recorrer los sectores de interés para localizar inmuebles que se encuentren a la venta, sin intermediarios.
4. Tasación del inmueble
Elegida la propiedad es necesario una tasación del inmueble, que arrojará cuál es su valor en el mercado. En los casos en que se opte por financiamiento, para este trámite, las instituciones financieras requieren que este servicio se lleve a cabo con tasadores autorizados.
En caso de que se desee una segunda opinión, el posible comprador del inmueble puede realizar más de una tasación, teniendo en cuenta que los costos de dicho proceso, independientemente de la cantidad, deberán ser asumidos por este.
5. Estatus legal de la vivienda
Luego de elegida y tasada la propiedad, se tendrá que verificar si el inmueble está al día con sus impuestos y que no posea ningún cargo pendiente o impedimento legal para adquirirlo.
Actualmente, para el caso de las viviendas cuyo valor exceda los RD$8.1 millones, deberán estar al corriente con el pago del Impuesto Patrimonio Inmobiliario (IPI).
Por otro lado, se requerirá una Certificación del Estado Jurídico del Inmueble, que sirve para confirmar si sobre este pesa alguna deuda, hipoteca o gravamen.
Estas documentaciones son verificadas por la institución financiera para evaluar la aprobación del crédito, cuando aplique.
6. Gastos asociados
Al aprobarse el crédito hipotecario y realizada la venta del inmueble, existen gastos legales o de cierre que se generan por los servicios que presta la entidad financiera con la cual se realiza la operación.
Los gastos de cierre contemplan: la legalización del contrato del préstamo, verificación de que los impuestos del inmueble están al día, el estado jurídico de la propiedad, la póliza de seguro, la gestión con Jurisdicción Inmobiliaria para que el título esté a nombre del comprador (impuesto a la transferencia inmobiliaria), entre otros servicios incluidos. En ese sentido, el impuesto a la transferencia inmobiliaria equivale al 3% del valor asignado a la vivienda.
Adicionalmente, el comprador debe tomar en cuenta los gastos de adecuación de la propiedad, si son necesarios, así como su equipamiento (compra de electrodomésticos, muebles y demás).
Todo lo anterior servirá como base no solo para la adquisición de la vivienda sino también para disfrutar de esta sin mayores inconvenientes o contratiempos. FUENTE : ABA