El senador colombiano Miguel Uribe Turbay, un prominente precandidato presidencial de la derecha para las elecciones de 2026, fue herido en un atentado con arma de fuego mientras participaba en un mitin político en el occidente de Bogotá. Uribe Turbay, de 39 años, es hijo de la periodista Diana Turbay, asesinada en 1991 durante un fallido rescate por el cartel de Medellín, y nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala, lo que le otorga un legado familiar de relevancia en la política colombiana. A pesar de la tragedia que marcó su familia, ha logrado forjar una carrera política propia, destacándose como figura de oposición en el Senado, donde ha ganado notoriedad por su crítica al gobierno de Gustavo Petro.
Con estudios en Políticas Públicas de la Universidad de los Andes y Administración Pública de la Universidad de Harvard, Uribe Turbay ha sido considerado un rostro renovador del uribismo, un movimiento que, aunque no está vinculado directamente con el expresidente Álvaro Uribe Vélez, comparte una ideología similar. Su carrera comenzó en el Concejo de Bogotá, y aunque en 2019 no logró ser alcalde de la ciudad, en las elecciones legislativas de 2022 fue el más votado de su bancada en el Senado, logrando más de 220,000 votos. Desde entonces, se ha perfilado como una de las voces más fuertes en contra de las reformas del Ejecutivo y como un defensor de la seguridad y el orden en Colombia.
El atentado sufrido por Uribe Turbay, cuyo agresor fue detenido en el lugar, ha reavivado la preocupación por el aumento de la violencia política en Colombia, un fenómeno que podría intensificarse a medida que se acercan las elecciones presidenciales de 2026. A través de su discurso centrado en la seguridad y la crítica al populismo, el joven senador busca representar a un sector del electorado de centro-derecha que anhela un relevo generacional en el liderazgo político del país, aprovechando el peso histórico de su apellido y su creciente relevancia en el panorama político colombiano.