A solo 10 días de las elecciones presidenciales anticipadas, Ecuador sufrió este miércoles la trágica pérdida de uno de los aspirantes al cargo, en un acto de violencia que conmocionó al país.
El exdiputado Fernando Villavicencio fue asesinado a tiros tras finalizar un acto de campaña en Quito.
Recibió una ráfaga de disparos hacia las 18:20 hora local, nada más salir del colegio Anderson de la capital, al montarse en un vehículo aún rodeado de escoltas; unos 40 tiros que también hirieron a personas que lo acompañaban.
Su fallecimiento fue confirmado en la Clínica de la Mujer, a donde fue trasladado, y la Fiscalía de Ecuador informó después que uno de los sospechosos del ataque también murió, tras haber resultado herido en el cruce de balas.
Esa fue su trinchera cuando ocupó un escaño en la Asamblea Legislativa, desde 2021 hasta su disolución este año, y esa era también la bandera que enarbolaba, bajo el lema Es tiempo de valientes y al frente del Movimiento Construye, como candidato a suceder a Guillermo Lasso en la presidencia.
Aseguraba que Ecuador se había convertido en un «narcoestado», proponía restablecer la seguridad con las fuerzas armadas y la policía en las calles, y paralelamente emprender una lucha contra lo que denominaba la «mafia política».
«Hoy Ecuador está tomado por Jalisco Nueva Generación, el Cartel de Sinaloa y también la mafia albanesa. Es decir, queda claro para América Latina, lo mismo que en Colombia y en México, que no es posible que el narcotráfico se instale en una sociedad y la someta sin el contubernio y la connivencia del poder político«, dijo en una entrevista ofrecida en mayo al medio CNN en Español.
El apoyo a Villavicencio estaba al alza y los últimos sondeos lo colocaban en segundo lugar en las preferencias de los ciudadanos.
«Multidimensional»
La propuesta de su partido para combatir la ola de violencia se basa en un enfoque «multidimensional» donde la seguridad «no se limita únicamente a la ausencia de violencia o delitos».
El programa electoral del Movimiento Construye considera que la solución a la crítica situación del país debe abarcar otros aspectos «como la seguridad ciudadana, la seguridad alimentaria, la seguridad económica, la seguridad ambiental y la seguridad sanitaria».
También promueve una justicia independiente, «donde los jueces y magistrados pueden tomar decisiones basadas en la ley y en la aplicación objetiva de la justicia, sin interferencias políticas, económicas o de cualquier otra índole».
Además de sanear el sistema de justicia, Villavicencio se había comprometido a enfrentar el lavado de dinero, la minería ilegal y uno de los males que venía denunciando desde su época como periodista: la corrupción en el sector petrolero, el principal ingreso económico del país.
“En mi gobierno vamos a tomar el control de las reservas petroleras para que ahora sí, el petróleo sirva para educación obra pública para salud y vamos también de paso a expulsar a las mafias intermediarias que controlan la comercialización del petróleo», había dicho el candidato.
Blanco de amenazas
También había hablado públicamente de ser el blanco de intimidaciones.
El 4 de agosto su campaña informó a través de un comunicado que Villavicencio seguiría recorriendo las provincias del país pese a las amenazas de muerte que «sigue recibiendo de grupos criminales».
En su reacción en Twitter nada más conocerse a noticia del asesinato de Villavicencio, Lasso señaló precisamente al crimen organizado.
«El crimen organizado ha llegado muy lejos, pero les va a caer todo el peso de la ley”, escribió el mandatario, mostrando su “indignación” y asegurando que “este crimen no va a quedar impune”.
Además, declaró estado de emergencia nacional por 60 días y convocó un Gabinete de Seguridad en el Palacio de Carondelet.
Mientras, la hermana del asesinado, Patricia Villavicencio, responsabilizó al actual Ejecutivo y al ministro de Interior, Juan Zapata, por la violencia que acabó con la vida del político.
«No querían que destapara la corrupción. Maldigo a este gobierno. No hizo nada. No hizo para protegerlo. Es un complot», aseguró en declaraciones a medios locales.
Y su viuda, Verónica Sarauz, quien se mostró este miércoles consternada ante los medios, señaló que debió haber errores en el equipo de seguridad que llevaron al fatal desenlace.
De líder sindical a periodista
Villavicencio nació el 11 de octubre de 1963 en Sevilla, cantón Alausí, en la provincia de Chimborazo, en el centro-sur del país.
De acuerdo al perfil publicado en el sitio web de su campaña, creció en un entorno rural donde aprendió a «labrar y respetar la tierra y hermanarse con los más humildes».
Desde adolescente se vinculó a organizaciones sociales indígenas y de trabajadores.
Según la biografía de la página web de su campaña, en 1999 fue líder sindical de la Federación de Trabajadores Petroleros (Fetrapec).
Estudio periodismo y comunicación social en la Universidad Cooperativa de Colombia.
Como periodista de investigación, colaboró con varios medios de comunicación ecuatorianos e internacionales, y también escribió 10 libros.
Labor como asambleísta
En la Asamblea, a la que llegó con Alianza Honestidad, conformada por el Movimiento Concertación y el Partido Socialista Ecuatoriano, Villavicencio encabezó la Comisión de Fiscalización y Control Político.
Durante el juicio político contra Lasso, fue criticado porque esa comisión emitió un informe favorable al mandatario que no tuvo el apoyo entre los demás legisladores.
Villavicencio también dirigió el Frente Parlamentario Anticorrupción, desde el cual presentó varias denuncias e impulsó investigaciones en temas de corrupción en el ámbito petrolero, correspondientes a los años de las presidencias de Rafael Correa, Lenín Moreno y Guillermo Lasso.
El escándalo político más grande que se destapó bajo su liderazgo como asambleísta fue el llamado caso Petrochina, la deuda que presuntamente adquirió Ecuador con China durante el gobierno de Rafael Correa y que Villavicencio denunció como un esquema de corrupción.
El político fue criticado por los sectores cercanos al correísmo por una supuesta cercanía con el gobierno de Guillermo Lasso, pero él argumentó que no había pruebas que sostuvieran ese señalamiento.
Esto lo convirtió en uno de los actores claves del anticorreísmo.
Para su aspiración a la presidencia contó con el respaldo de la ministra de Gobierno de Lenín Moreno, María Paula Romo, del Movimiento Construye, que lo llevaba como candidato.
Villavicencio presentaba en su lista al exministro del Interior de Lasso, Patricio Carillo, quien estuvo a cargo de la política de seguridad de las protestas de 2022 y con un perfil asociado a los sectores de la policía de Ecuador.
El suyo es el primer asesinato de un candidato presidencial registrado en Ecuador, y se produjo menos de un mes después de que el alcalde de Manta, una ciudad portuaria clave para el narcotráfico, fuera asesinado durante una aparición pública.
Ecuador experimentó una gran transformación entre 2005 y 2015, cuando millones de personas salieron de la pobreza gracias al auge petrolero, cuyas ganancias se invirtieron en educación, atención médica y otros programas sociales.
Sin embargo, en los últimos cinco años el país sudamericano se ha visto consumido por la violencia relacionada con el narcotráfico.
La tasa de homicidios está a un nivel récord. BBC MUNDO