Puede que la crisis de componentes se haya suavizado, pero los problemas apenas empiezan para los fabricantes de teléfonos. Qualcomm, uno de los principales proveedores de chips y módems de la industria, estima en su última presentación de resultados que la producción de smartphones sufrirá una caída de dos dígitos, en lugar de la reducción de un dígito que predijo anteriormente.
Como recoge The Verge, Qualcomm destaca en su presentación de resultados la “incertidumbre causada por el contexto macroeconómico”, y empeora su previsión de producción de teléfonos 3G, 4G y 5G “de una reducción porcentual interanual de un dígito medio a una reducción porcentual baja de dos dígitos”.
La compañía argumenta que el “rápido deterioro de la demanda” y la “disminución de la escasez de suministro” obliga a los fabricantes a reducir el inventario acumulado, lo que afecta negativamente al negocio de Qualcomm con sus clientes más grandes. Samsung y Apple, dos fabricantes que utilizan chips y módems de Qualcomm, ya están teniendo problemas para vender suficientes teléfonos. Se rumorea que Samsung tiene 50 millones de teléfonos en stock, mientras que Apple habría decidido no aumentar la producción del iPhone 14 tras unos resultados financieros por debajo de sus estimaciones.
La guía de previsiones de Qualcomm estima un nivel elevado de inventario de “aproximadamente 8 a 10 semanas” que podría tardar “un par de trimestres en resolverse”, lo que sugiere que la baja producción podría alargarse más allá de la temporada navideña, que es clave en el mercado de smartphones.
No sería la caída más brusca que ha sufrido el mercado. Las ventas de smartphones cayeron un 38% durante los peores meses de la pandemia.