Los presidentes ruso, Vladímir Putin, y bielorruso, Alexander Lukashenko, dieron este jueves el primer paso para la integración de sus países, al aprobar la creación de un espacio económico común, entre los temores de Occidente de que el Kremlin acabe por absorber a su país vecino.
“Primero hay que crear una base, unos cimientos económicos para seguir avanzando (en la integración), incluido en el plano político. Estoy convencido de que estamos en el buen camino”, dijo Putin en una rueda de prensa conjunta con su homólogo bielorruso.
Putin no descartó la creación en un futuro de órganos supranacionales, punto que figuraba en los documentos de creación de la Unión Estatal suscritos en diciembre de 1999 por Lukashenko y el primer presidente ruso, Boris Yeltsin.
El acuerdo llega en medio del aislamiento internacional de Bielorrusia, considerada la última dictadura de Europa, debido a la represión desde agosto de 2020 de las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la URSS y al desvío forzoso en mayo de un avión de Ryanair para detener a un periodista opositor.