La isla salió esta semana de la mayor reestructuración de la deuda pública en la historia de Estados Unidos, aunque aún no podrá ingresar a los mercados financieros globales y debe resolver los procedimientos de quiebra de la deuda de 5.800 millones de dólares que tiene la Autoridad de Carreteras y Transporte de Puerto Rico y la Compañía de Energía Eléctrica.
“El plan no es perfecto”. Puerto Rico inició esta semana una nueva etapa con el inicio del pago de su multimillonaria deuda, que pasó de 34.000 a 7.400 millones de dólares, una reducción de cerca del 80%, gracias a la entrada en vigor de un plan de ajuste.
Omar Marrero, director ejecutivo de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal, anunció el martes que el llamado Plan de Ajuste de la Deuda, PAD, comenzó a ejecutarse tras años de negociación entre la isla, los tenedores de bonos, las aseguradoras y la Junta.
«Hoy comenzamos una nueva era fiscal. Con la transacción que entra en vigor para hacer efectivo dicho Plan de Ajuste, Puerto Rico marca un momento trascendental en su empeño de dejar atrás la quiebra», destacó Marrero.
El PAD permitirá a la isla volver a pagar miles de millones de dólares a los tenedores de bonos por primera vez en varios años. Asimismo, resolverá reclamos por valor de 1.000 millones de dólares presentados por residentes y empresas locales.
La reestructuración permitirá al Gobierno regional del territorio americano emitir bonos por valor de más de 10.000 millones de dólares y reestablecer hasta 1.300 millones de dólares tomados del sistema público de pensiones.
“Es un momento sumamente importante en el que hemos estado trabajando hace 6 años, desde la Ley Promesa en 2016″, dijo en referencia a la norma aprobada durante el mandato de Barack Obama y que permitió a la isla declarar su bancarrota.
«Este es un éxito significativo», comentó Natalie Jaresko, directora ejecutiva de la Junta Federal de Control que supervisa las finanzas de Puerto Rico y su proceso de reestructuración de la deuda. «Permanecer en bancarrota ha sido un lastre para la economía de múltiples maneras”, agregó.
La Junta, como se conoce a la institución que dirige Jaresko, fue ampliamente criticada en la isla por considerarse una imposición de la Casa Blanca, además por aprobar medidas impopulares que no podían ser debatidas por ninguna autoridad local.
Aunque Jaresko previamente anunció su retiro para el primero de abril, la junta permanecerá en su puesto hasta que Puerto Rico tenga cuatro presupuestos equilibrados consecutivos, una hazaña que aún no se ha logrado.
La reestructuración fue aprobada en enero pasado por un juez federal y suaviza los reclamos contra el Gobierno de Puerto Rico de 33.000 millones de dólares a poco más de 7.400 millones. De esta forma, 7 centavos de cada dólar de los contribuyentes se destinan al servicio de la deuda, frente a los 25 centavos anteriores.
“Este es un momento trascendental», comentó Pedro Pierluisi, gobernador de Puerto Rico, a tiempo que agregó que «el plan no es perfecto… pero tiene muchas cosas buenas».
Puerto Rico acumuló más de 70.000 millones de dólares en deuda pública y más de 50.000 millones de dólares en pasivos de pensiones públicas durante décadas de corrupción, mala gestión y préstamos excesivos.
En 2017, Puerto Rico presentó la mayor quiebra municipal de la historia de Estados Unidos y solo meses después el devastador huracán María golpeó la isla, arrasando la red eléctrica y causando miles de millones de dólares en daños.
Varios analistas recomiendan que el PAD debe ir de la mano con un plan de crecimiento económico para Puerto Rico y evitar así caer nuevamente en bancarrota.