La propuesta para prohibir el matrimonio infantil en Colombia ha dado un importante paso adelante en el Congreso, al ser aprobada en primer debate por la Comisión Primera de la Cámara, allanando así su camino legislativo.
El proyecto, conocido como «Son niñas, no esposas», fue respaldado por la Comisión Primera de la Cámara en una sesión en la que participaron 35 diputados, marcando así un hito en la lucha contra los matrimonios y uniones infantiles, tempranas y forzadas (MIUT) en el país sudamericano.
El grupo de parlamentarios, encabezado por Jennifer Pedraza, Alexandra Vásquez, María Fernanda Carrascal, Juliana López, Jhon Jairo González y Juan Carlos Vargas, ha impulsado esta iniciativa que busca elevar la edad mínima para contraer matrimonio y establecer uniones maritales de hecho a los 18 años.
Actualmente, el Código Civil colombiano solo considera nulas las uniones de menores de 14 años, pero con el proyecto 155 se busca elevar la edad requerida para el matrimonio y las uniones de hecho hasta los 18 años, una vez que los contrayentes ya no sean menores.
Aunque este primer avance es significativo, el proyecto aún debe pasar por un debate en la plenaria de la Cámara de Representantes y dos debates en el Senado para su aprobación definitiva.
El avance de esta propuesta ha sido recibido con satisfacción por parte de representantes a la Cámara, organizaciones no gubernamentales y activistas, quienes han utilizado la etiqueta #SonNiñasNoEsposas en las redes sociales para expresar su apoyo.
Diputados como Catherine Juvinao han destacado que el matrimonio infantil es una forma de violencia contra las niñas que afecta su desarrollo y las expone a diversas formas de abuso. Sara Jaramillo y otros usuarios han reflexionado sobre los efectos negativos de esta práctica en las niñas y adolescentes, resaltando la importancia de prohibirla.
El representante a la Cámara Eduard Sarmiento Hidalgo ha compartido datos alarmantes sobre las uniones matrimoniales con menores de edad, destacando que la mayoría de las personas involucradas son del género femenino y resaltando las graves consecuencias sociales, económicas y de salud que estas uniones conllevan para las niñas y adolescentes.
Este avance legislativo representa un paso importante en la protección de los derechos de las niñas y adolescentes en Colombia, y refleja el compromiso del país en la lucha contra el matrimonio infantil y las uniones tempranas.