El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) registró este jueves un incremento de 1,22 %, cerrando la jornada en 59,67 dólares por barril, en medio de un ambiente marcado por la tensión geopolítica y la expectativa económica internacional.
Al finalizar la sesión, los contratos de futuros para entrega en enero subieron 0,72 dólares respecto al cierre anterior, impulsados por la creciente incertidumbre sobre las negociaciones de paz en Ucrania. En el mercado existe cautela ante la posibilidad de que el diálogo con Moscú se estanque, un escenario que podría complicar aún más la oferta global de crudo en caso de nuevas sanciones.
Las fricciones diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela también contribuyen a ese clima de preocupación, pues generan dudas sobre la estabilidad de la producción y las exportaciones del petróleo venezolano. Estos factores combinados han limitado la confianza en la disponibilidad futura de suministro.
Sin embargo, algunos analistas advierten que, pese a las presiones alcistas derivadas de los conflictos internacionales, el mercado podría enfrentar un exceso de oferta debido al aumento de la producción en otros países, lo que funcionaría como freno a nuevas escaladas de precio.
El repunte de este jueves también estuvo influenciado por las expectativas sobre la próxima reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos. La posibilidad de un recorte en las tasas de interés alimentó el optimismo respecto al desempeño económico, escenario que suele traducirse en una mayor demanda de crudo y, por ende, en un impulso adicional a los precios.