La retórica del magnate ya ha suscitado algunas preocupaciones sobre cómo afectaría al enfoque de las redes para gestionar el acoso, la desinformación y la moderación de contenidos en general.
Desde que Elon Musk, el multimillonario detrás de Tesla y SpaceX, anunciara la compra de Twitter, se ha abierto un nuevo espacio de discusión sobre cómo esta controvertida adquisición influirá en el usuario, la información y el discurso político a nivel local e internacional.
Cotidianamente, publicando un tuit tras otro, el hombre más rico del mundo describe sus objetivos para la red social. A pesar de que se sabe poco sobre las actualizaciones y modificaciones técnicas, su razón principal para invertir miles de millones de dólares en este acuerdo es clara: garantizar que la libertad de expresión sea el principio rector de la plataforma.
«La libertad de expresión es la base de una democracia que funciona, y Twitter es la plaza del pueblo digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad», sostuvo el multimillonario en un comunicado difundido el mes pasado. «Para que Twitter se gane la confianza del público, debe ser políticamente neutral, lo que significa que molestará a la extrema derecha y a la extrema izquierda por igual», comentó luego de anunciar la compra de la compañía.
Esta adquisición ha causado un gran revuelo respecto a lo que esto puede significar para el futuro del enormemente influyente sitio, que sirve como una importante herramienta para líderes empresariales y políticos, además de ser una fuente diaria de noticias e información para millones de personas.
¿Libertad sin regulación?
La retórica de Musk ya ha suscitado algunas preocupaciones en EE.UU., el mercado nacional de Twitter, sobre cómo afectaría al enfoque de las plataformas digitales para gestionar el acoso, la desinformación y la moderación de contenidos en general. «La gente no está escuchando las protestas de Elon Musk sobre la libertad de expresión como una protesta por la libertad de expresión», dice Karen Kovacs, directora del Programa Annenberg sobre Comunidades en Línea de la Universidad del Sur de California. «La gente está oyendo que Elon Musk está utilizando el concepto de libertad de expresión para permitir que personas vengan a Twitter y digan cosas que anteriormente se han contenido o controlado porque son odiosas o hirientes de alguna manera», agregó.
De igual forma, el cofundador de Microsoft, Bill Gates, declaró que el impacto de Musk en Twitter «en realidad, podría empeorar las cosas», señalando que «no está totalmente claro» lo que tiene planeado para la red social. «¿Cuál es su objetivo cuando habla de la ‘apertura’?; ¿Qué opina de los que dicen que las vacunas matan a la gente o que Bill Gates está rastreando a las personas? ¿Es una de las cosas que él cree que deben difundirse? Así que todavía no está totalmente claro lo que va a hacer», agregó el empresario estadounidense.
Sin embargo, la postura de Musk también podría crear nuevas incertidumbres para Twitter si se aplica a los mercados extranjeros, que representan la gran mayoría de la base de usuarios de esta plataforma. Esto se debe a que las definiciones de la libertad de expresión, y las leyes que la rigen, suelen ser muy diferentes en todo el mundo.
«Lo que creo que está ocurriendo ahora en la sociedad es sobre todo que hay una nueva abundancia de discurso«, opina Jeff Jarvis, director del Centro de Periodismo Empresarial Tow-Knight de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. «La gente que no estaba representada en los principales medios de comunicación tiene ahora un asiento en la mesa de la negociación de las normas en la sociedad. Los que tenían esa mesa bajo su control se resienten», añade.
Control del discurso político
El nuevo rumbo de Twitter lo enfrenta a varios obstáculos con relación a la inclinación del discurso político y la imparcialidad en la aplicación de las normas. En algunos mercados, como la Unión Europea, las grandes compañías tecnológicas y sus plataformas se enfrentan a una creciente presión por la nueva Ley de Servicios Digitales que buscará reforzar la moderación de contenidos contra la incitación al odio y la desinformación.
En este sentido, el comisario de Mercado Interior de la Comisión Europea, Thierry Breton, manifestó que en la UE se aplicarán las reglas de Bruselas y que de lo contrario la red social puede arriesgarse a fuertes multas o incluso a una prohibición.
A nivel local, las declaraciones de Musk causan preocupación en algunos sectores que ven esto como una oportunidad para que la plataforma desbloquee la cuenta del expresidente Donald Trump, suspendida permanentemente dos días después del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 por la preocupación de que los tuits del exdirigente republicano a sus 88 millones de seguidores corrieran el riesgo de «incitar más a la violencia».
Si se le permite a Trump volver a Twitter bajo la propiedad de Musk, se reactivaría una de las cuentas con mayor alcance que ha albergado la plataforma. Asimismo, tendría más capacidad para dominar las noticias de nuevo, movilizar a sus seguidores y detractores por igual, y ejercer una influencia significativa sobre las elecciones presidenciales del 2024, según indica la revista Time.
Asimismo, aún no está claro si Musk también hará cambios en la política de restricciones y sanciones que Twitter ha impuesto sobre los medios de comunicación señalados de estar vinculados a un Estado. Esto en relación a que en el 2020 la plataforma marcó a medios rusos -entre ellos RT y Sputnik- como «medios afiliados al Gobierno de Rusia», así como a algunos medios chinos, con la etiqueta correspondiente, y anunció que ya no iba a recomendar ni amplificar entre los usuarios las cuentas o publicaciones de los mismos.
La medida fue duramente criticada por Rusia, y en la arena internacional, por señalar y ser aplicada exclusivamente a Moscú y Pekín, y dejar de lado a los medios occidentales, como la BBC, NPR o France 24, entre otros.
El creciente imperio mediático de los multimillonarios
Asimismo, el anuncio de compra de Twitter por Musk ha reavivado el debate acerca de la adquisición de plataformas influyentes para la distribución de información por parte de un magnate ‘todopoderoso’. Aunque no es un fenómeno reciente, viene en aumento. En la última década, varios multimillonarios estadounidenses han comprado medios de comunicación como el Boston Globe, Las Vegas Review-Journal, The Atlantic y Los Angeles Times. Sin embargo, el ejemplo más recordado por muchos es el de Jeff Bezos, presidente ejecutivo de Amazon, que gastó 250 millones de dólares de su patrimonio neto para comprar The Washington Post en el 2013.
Expertos de los estudiosos de la comunicación llevan décadas expresando su preocupación por el hecho de que la riqueza sin límites y la poca regulación estatal hayan permitido a un grupo de empresas dominar la cobertura mediática en Occidente. De hecho, las compañías responsables de la mayor parte de los medios de comunicación en EE.UU. se han reducido de 50 en la década de 1980 a aproximadamente 6 en la actualidad, recuerda el experto Nolan Higdon en un artículo para CNA.
¿Lo que se sabe hasta el momento de los cambios en Twitter?
El empresario de origen sudafricano quiere que el mundo sepa que el cambio está llegando a Twitter. Al igual que otros usuarios de la red social, Musk no ha sido tímido a la hora de compartir sus opiniones sobre lo que hay que corregir, tuiteando sus francos comentarios a sus 83 millones de seguidores. De momento, de acuerdo a la información de varios medios, se sabe lo siguiente:
- Se reporta que Musk podría desempeñar temporalmente como director ejecutivo de Twitter cuando se cierre la compra de la red social, así que se espera que todos los movimientos empresariales y estratégicos de la plataforma sean decididos por él. Sin embargo, antes de concretarse el acuerdo, el director general de la plataforma, Parag Agrawal, tuiteó que el magnate había expresado que no se uniría a la junta directiva
- El magnate podría hacer que los algoritmos de Twitter sean de ‘código abierto’, lo que significaría que el ‘software’ se pueda distribuir libremente y ser manipulado por muchos colaboradores diferentes
- Además, se podría introducir un botón de edición de los tuits, lo que permitiría a los usuarios de la plataforma corregir, al menos, errores ortográficos básicos o enlaces erróneos inmediatamente después de publicar algo. Twitter lleva un tiempo trabajando en ello
- Asimismo, Twitter podría cobrar una ligera cuota a los usuarios comerciales y gubernamentales. «Twitter siempre será gratis para los usuarios ocasionales, pero tal vez con un ligero coste para los usuarios comerciales/gubernamentales», comentó el empresario en un tuit
- De igual forma, el Musk aseguró que se encargará de eliminar «a los bots de spam» que inundan la red social, agregando que también piensa «autenticar a todos los humanos reales»
- Por otra parte, Musk planea aumentar los ingresos anuales de la empresa en aproximadamente 26.400 millones de dólares para el 2028, en comparación con los 5.000 millones de dólares que obtuvo Twitter el año pasado. Asimismo, el empresario anticipa que podrá elevar a 30,22 dólares el ingreso promedio por usuario en el 2028, frente a los 24,83 dólares del año pasado
- Finalmente, se reveló que el empresario planea despedir cerca de 900 empleados de Twitter cuando se complete la adquisición de la red social. A la vez, espera que la empresa tenga 11.072 empleados de cara al 2025, frente a los 7.500 que tiene actualmente. Fuente : RT en español