El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este viernes con una leve bajada de 0,44 % con respecto a la jornada anterior, hasta los 80,86 dólares el barril, aunque en los compases previos llegó a subir unas centésimas y no dejó de bailar arriba y abajo.
A las 9.09 hora local de Nueva York (14.00 GMT), los contratos de futuros del WTI para entrega en enero perdían 0,36 dólares con respecto al cierre de la jornada previa.
Tras dos días de tendencia alcista debido al optimismo de los inversores por la relajación de las restricciones en algunas ciudades chinas y a la espera de la próxima reunión de los países de la OPEP+, los ánimos parecen haberse enfriado.
Hoy el mensaje trasladado desde Pekín van claramente en la tendencia de una relajación de las estrictas medidas anti-covid, lo que puede animar al consumo y elevar la demanda petrolera.
La viceprimera ministra Sun Chunlan, a cargo de supervisar la política de “cero covid”, aseguró en las últimas horas que la baja patogenicidad del virus y la alta tasa de vacunación de más del 90 % de la población, entre otros factores, han “creado las condiciones” para que el país “ajuste las medidas contra la pandemia”.
Por otra parte, los inversores siguen esperando la reunión del próximo 4 de diciembre de los países productores de petróleo, con los analistas divididos entre los que creen que no tomarán ninguna nueva medida y quienes piensan que la OPEP y sus socios podrían decidir nuevos recortes en la producción.
También está influyendo en la renovada fortaleza del WTI una nueva bajada de los inventarios de petróleo en Estados Unidos por encima de las expectativas, en 12,6 millones de barriles frente a la caída de 2,76 que esperaban los analistas.