El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este lunes con una subida del 0,38 %, hasta los 79,04 dólares el barril, tras el batacazo de la semana pasada en la que perdió un 7,8 % y bajó de los 80 dólares el barril por primera vez desde enero.
A las 09.00 hora local de Nueva York (13.00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en octubre sumaban 0,30 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
El petróleo de referencia estadounidense, que solo en la jornada del viernes se dejó un 5,7 %, amanecía con un cambio de tendencia e intentando tímidamente recuperar la cota de los 80 dólares el barril, en un contexto económico dominado por las preocupaciones por una eventual recesión global y las subidas de los tipos de interés llevadas a cabo por los principales bancos centrales.
“Las expectativas de disminución de la demanda están superando a las preocupaciones del lado de la oferta, relacionadas con la guerra entre Rusia y Ucrania y los productores de la OPEP+. Hasta que se estabilice la perspectiva macro, el petróleo permanecerá bajo presión”, escribía hoy la firma Sevens Report.
Los inversores temen que la agresividad de los bancos centrales afecte al gasto de los consumidores, incluyendo los combustibles, y que a nivel general esto lleve a la economía a una recesión.
No obstante, sigue habiendo en juego muchos factores alcistas, como la guerra de Ucrania, el bloqueo del acuerdo nuclear con Irán que está vinculado al regreso del petróleo iraní a los mercados internacionales y la posibilidad de que los países de la OPEP reduzcan su bombeo en un momento de tenso equilibrio entre la oferta y la demanda.