El Congreso de Perú declaró persona non grata al presidente de Colombia, Gustavo Petro, por comparar con «nazis» a policías del país andino.
Con 72 votos a favor, 29 en contra y 7 abstenciones, los legisladores aprobaron este viernes la moción, que impide a Petro ingresar en territorio peruano.
El presidente colombiano emitió unas polémicas declaraciones el pasado viernes 10 sobre la actuación de la Policía Nacional del Perú (PNP) en las recientes manifestaciones contra el gobierno de Dina Boluarte.
Afirmó que los policías peruanos «marchan como nazis, contra su propio pueblo, rompiendo la Convención Americana de Derechos Humanos».
«Doble moral el que hace eso. Se aplica a todos los Gobiernos y esa es nuestra postura», remarcó el mandatario colombiano.
Declaraciones «inaceptables»
La moción para declarar a Petro persona non grata se llevó al pleno a petición de la Comisión de Relaciones Exteriores, presidida por la diputada conservadora María del Carmen Alva.
Esta expuso que el Congreso peruano está «defendiendo a la Policía Nacional» y aseguró que «nadie puede ofenderla diciendo que son tropas nazis».
La moción aprobada el viernes califica como «inaceptables» las palabras del presidente colombiano, que considera una «ofensa» a la policía peruana, al Estado e incluso a «todo el pueblo judío» por «banalizar el holocausto».
Junto con la declaración de persona non grata, la iniciativa exhorta a los ministerios de Interior y Relaciones Exteriores a llevar a cabo «las gestiones necesarias» para garantizar que Gustavo Petro «no ingrese al territorio nacional».
Petro y Castillo
El gobierno de Perú ya protestó el pasado enero por una supuesta injerencia de Petro en los asuntos del país.
En aquella ocasión, el mandatario colombiano criticó el desalojo forzoso de cientos de jóvenes manifestantes en una universidad de Lima.
El jefe de Estado de Colombia se ha alineado en varias ocasiones con el expresidente peruano Pedro Castillo, quien el pasado diciembre declaró la disolución del congreso y el estado de excepción en lo que muchos calificaron como un autogolpe de Estado.
El órdago de Castillo no recibió apoyos, por lo que acabó arrestado por la policía y reemplazado por la que era su vicepresidenta, Dina Boluarte, lo que llevó a parte de sus simpatizantes a organizar protestas.
Las manifestaciones, algunas de ellas violentas, han dejado al menos 60 muertos, según datos oficiales, y unos 1.300 heridos.
Tambien AMLO
A finales de 2022 el Congreso peruano ya aprobó una moción para rechazar «los constantes actos de intromisión en los asuntos internos» del país no solo de Petro sino también de su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
De hecho, desde la salida de Castillo las relaciones entre Perú y México también han estado marcadas por la tensión.
López Obrador rechazó este viernes entregar a Perú la presidencia de la Alianza del Pacífico al considerar que el Gobierno de Dina Boluarte es «espurio».
A Perú le corresponde recibir de México la presidencia pro tempore de este un mecanismo permanente de consulta integrado por ambos países junto con Argentina, Brasil, Colombia, Panamá, Uruguay y Venezuela.
Desde que estallara la crisis política del pasado diciembre en Perú, el presidente Mexicano se ha posicionado del lado de Castillo.
López Obrador concedió asilo a la mujer e hijos del malogrado expresidente y ha asegurado en varias ocasiones que su destitución fue un golpe de Estado en su contra perpetrado por la oligarquía peruana.
El mandatario mexicano atribuyó el arresto de Castillo tras el autogolpe a «una actitud clasista, racista» de los congresistas peruanos porque el exmandatario era «un maestro de la sierra, humilde».
El Congreso peruano ya declaró personas non gratas al embajador de México en Lima, Pablo Monroy, y al expresidente boliviano Evo Morales.
Los acusó de «constantes incitaciones en la política nacional» que buscan «desequilibrar el orden interno del país». Fuente BBC Mundo