Parece que la polución está haciendo más frágiles los huesos humanos

Un nuevo estudio recientemente publicado y liderado por el científico biomédico Diddier Prada, de la Universidad de Columbia en Nueva York, asegura que hay que sumar un nuevo problema a la polución y la contaminación del aire: la pérdida ósea más rápida a causa de la osteoporosis, una afección esquelética crónica que hace que los huesos sean más frágiles y propensos a romperse.

Para llegar a esta conclusión, el equipo recopiló datos sobre un grupo diverso de 9041 mujeres posmenopáusicas durante 6 años. Así, observaron específicamente la densidad mineral ósea: un indicador indirecto de osteoporosis y riesgo de fractura. Luego pasaron a estimar en las direcciones de sus viviendas el óxido nítrico, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y partículas PM10 (contaminación de menos de 10 micrómetros, el diámetro de un glóbulo rojo).

¿Qué encontraron? Que a medida que aumentaba la contaminación, la densidad mineral ósea se reducía en todas las áreas de los huesos del cuerpo, incluidos el cuello, la columna vertebral y la cadera. Según Diddier:

«Nuestros hallazgos confirman que la mala calidad del aire puede ser un factor de riesgo para la pérdida ósea, independientemente de los factores socioeconómicos o demográficos.»

De hecho, en trabajos anteriores ya se había demostrado una asociación entre una peor contaminación del aire y un mayor riesgo de fracturas óseas o mayor pérdida ósea con el tiempo. La nueva investigación agrega datos sobre mujeres posmenopáusicas en particular, y sobre diferentes mezclas de contaminación del aire. Según los autores:

«El estudio destaca el vínculo entre el nitrógeno y la columna vertebral. Un aumento del 10 por ciento de este tipo de contaminación durante 3 años se asoció con una pérdida anual promedio del 1,22 por ciento en la densidad mineral ósea de la columna lumbar, el doble de la cantidad que el equipo calculó a partir del envejecimiento normal. Lo más probable es que esto se deba a la muerte de las células óseas causada por mecanismos que incluyen el estrés oxidativo, en el que las moléculas tóxicas del medio ambiente dañan el cuerpo.»

«Por primera vez, tenemos evidencia de que los óxidos de nitrógeno, en particular, contribuyen de manera importante al daño óseo, y que la columna lumbar es uno de los sitios más susceptibles a este daño.»

Los autores concluyen en su trabajo que, aunque no pueden asegurarlo, parece bastante claro que existe esta relación causal. Ahora se necesitarán más trabajos para que la hipótesis se convierta en confirmación.