La violencia en Haití sigue aumentando, con el asesinato de un oficial keniano y la destrucción de tres vehículos blindados de la Policía Nacional de Haití (PNH) a manos de la banda criminal Savien en el departamento de Artibonito. Este incidente resalta la creciente inseguridad y pone en duda la capacidad de la comunidad internacional para restaurar el orden en el país.
El ataque, que ocurrió el pasado martes, eleva a dos el número de oficiales de Kenia asesinados en Haití en el último mes, tras el homicidio de otro agente el 23 de febrero. Según el diario local Le Nouvelliste, la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS) inicialmente reportó la desaparición del oficial, antes de que se difundieran en redes sociales imágenes de su cuerpo sin vida.
En un video compartido por WhatsApp, se ve el cadáver del oficial con una herida de bala cerca de la barbilla, mientras es maltratado por un miembro de la coalición criminal Vivir Junto. Además, el medio Amerique Info 7 reportó que los atacantes desmembraron y calcinaban el cadáver, a pesar de que estaban en proceso de negociar su recuperación.
El ataque se originó en la madrugada del 25 de marzo, cuando un vehículo blindado de la PNH quedó atascado en una zanja en la ruta principal Carrefour Paye-Savien, en Pont-Sondé. Se sospecha que las pandillas colocaron la trampa intencionalmente para emboscar a las fuerzas de seguridad. Dos vehículos MRAP fueron enviados desde Pont-Sondé para asistir en la recuperación, pero uno quedó igualmente atrapado y el otro sufrió fallos mecánicos, dejando a las tropas vulnerables a un ataque.
Durante los enfrentamientos, los agentes resistieron hasta la llegada de refuerzos, pero los pandilleros incendiaron los tres vehículos blindados. Según fuentes oficiales, dos delincuentes murieron en el tiroteo, aunque la situación continúa siendo extremadamente peligrosa.