El director general de la OMS insta a los Estados a participar en las negociaciones de un tratado contra pandemias para prevenir futuras crisis como el COVID-19.
En la asamblea anual de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus hizo un llamado urgente para que los países se involucren de manera constructiva en este acuerdo, destacando la importancia de evitar el pánico y la negligencia que hicieron al mundo vulnerable frente a la pandemia actual. El objetivo es establecer un compromiso generacional para prevenir y enfrentar de manera efectiva futuras crisis sanitarias.
Tedros intervino hoy para hacer un balance de los últimos 12 meses de trabajo de la OMS en 2022, marcados por la declaración, hace apenas dos semanas, del final de la emergencia internacional por la covid-19, después de que causara unos veinte millones de muertos, según los últimos cálculos de la organización.
«Fue un momento de alivio pero también de reflexión», valoró el director general, quien señaló que el mundo «sigue sintiendo dolor por las muchas pérdidas y por el terrible precio pagado por familias, comunidades, sociedades y economías».
El experto etíope advirtió de que el final de la covid como emergencia internacional «no es su final como amenaza para la salud», y afirmó que sigue habiendo riesgo de que evolucione a variantes que generen nuevas olas de contagios y fallecimientos.
«También continúa el peligro de que surja un nuevo patógeno con aún mayor letalidad», advirtió Tedros, quien subrayó que por ello es necesario construir sistemas de defensa para futuras pandemias, que incluirían el tratado que la OMS espera tener finalizado en 2024.
Junto a la lucha contra la covid y la viruela símica (cuya emergencia internacional también finalizó este mes de mayo), la OMS respondió en 2022 a 70 crisis sanitarias, «desde las inundaciones en Pakistán al ébola en Uganda, la guerra en Ucrania o brotes de cólera en una treintena de países», recordó Tedros.
La OMS financió estas operaciones con un fondo especial para emergencias creado en 2014 (a raíz del brote de ébola que ese año se declaró en África Occidental) y para el que destinó en 2022 casi 90 millones de dólares: en 2023, con crisis como la de Sudán o el terremoto en Turquía y Siria, ya se han empleado otros 37 millones.
Tedros recordó asimismo que pese al fin de las emergencias internacionales por covid-19 y viruela símica se mantiene aún la declarada por la OMS desde 2014 por la polio, con brotes especialmente graves en países como Pakistán o Afganistán.
El máximo responsable de la OMS mencionó otros frentes de lucha para la organización, como el de la vacunación contra múltiples enfermedades, después de que durante la pandemia unos 67 millones de niños en todo el mundo perdieran su acceso a importantes campañas de inmunización.
Algo que la OMS quiere paliar con una nueva campaña lanzada recientemente bajo el lema «la gran puesta al día», con el fin de aumentar los niveles de vacunación infantil para lograr al menos que regresen a los niveles previos a la pandemia.
En la lucha contra la tuberculosis, la OMS recomendó el pasado año el primer tratamiento únicamente oral, que reduce el periodo de aplicación de 18 a 6 meses, y que ya ha sido adoptado en más de un centenar de países.
«Sin embargo, sólo podemos acabar con la tuberculosis con vacunas efectivas», destacó Tedros, señalando que se han puesto en marcha programas de estudio y financiación de estos fármacos: «Si se logró con la covid, también se debería poder lograr con la tuberculosis», aseguró.
En el caso de la malaria ya existe una vacuna en pruebas, aplicada desde 2021 en tres países (Malaui, Ghana y Kenia), donde la han recibido 1,5 millones de menores.
«Entre los vacunados hemos visto una reducción del 30 % en los casos graves de malaria y un 10 % de caída en la mortalidad infantil», subrayó.
Otro frente destacado para la OMS es el de la resistencia a los antimicrobianos que están desarrollando algunos patógenos.
En este sentido Tedros recordó la reciente decisión global de reducir un 30 % en esta década el uso de antimicrobianos en cultivos (uno de los factores causantes del surgimiento de bacterias y vacunas más resistentes).
«Ahora que celebramos el 75 aniversario de la OMS debemos comprometernos todavía más a promover la salud, hacer un mundo más seguro, y servir a los más vulnerables», resumió el director general al final de su discurso.