Los tributarios del río Colorado en Nuevo México riegan los campos de alfalfa en la región de las Cuatro Esquinas y las colinas boscosas de Gila, en el sudoeste del estado.
El manejo del agua, sin embargo, fue pensado en otra época, cuando ese recurso era más abundante, antes de que el calentamiento global cambiase todo y generase sequías. Ahora, las autoridades tratan de ver cómo se las arreglan con menos agua.
El jefe de ingenieros del estado Mike Hamman, a cargo del agua, dice que “se siente mucho la escasez” porque Nuevo México no cuenta con los embalses que hay en otros estados de la cuenca del Colorado.
“Ese es el dilema: Ver cómo podemos reducir la demanda sin que esto tenga un gran impacto”, dijo Hamman.