La nueva ley HB-393, firmada por el gobernador Abbott a principios de este mes, obligará a los conductores ebrios condenados por homicidio por intoxicación a pagar la manutención de los hijos si los padres mueren en un accidente automovilístico.
En virtud de la nueva ley, los conductores ebrios tendrán que hacer pagos mensuales hasta que el menor cumpla 18 años o se haya graduado de la escuela secundaria, lo que ocurra después.
El tribunal determinará la cantidad que deberá pagarse cada mes en base a las necesidades y recursos económicos del menor y del progenitor o tutor superviviente.
Si el conductor ebrio no puede hacer los pagos por encontrarse en prisión, se le exigirá que inicie los pagos a más tardar un año después de su puesta en libertad.