Cada mañana, los vecinos de Los Puentes, un barrio de la localidad de Mosquera, en Colombia, se despiertan preguntándose si tendrán que esquivar la espuma cuando salgan a la calle o no. La espuma es literalmente eso, nubes de espuma blanca que invaden las calles, pero el origen no es nada festivo. La espuma es tóxica y apesta a químicos.
El fenómeno lleva produciéndose durante años. Los Puentes es el barrio de Mosquera más cercano al río Bojacá, que presenta altas tasas de contaminación por tensoactivos (detergentes). Estos detergentes interactúan con la materia orgánica del río formando una densa espuma que el viento arrastra hacia las casas. Cómo explican en The Guardian o en la agencia AFP, la espuma no solo tiene un olor desagradable. Además es tóxica, pudiendo producir irritación cutánea y problemas respiratorios si se entra en contacto con ella.
El alcalde de Mosquera, Gian Gerometta, explicaba en Twitter que las intensas lluvias de esta época del año y la acumulación de materia orgánica vegetal son las causantes de esta inundación de espuma tóxica. Gerometta aseguraba también que el ayuntamiento ha retirado ya la materia vegetal y que la espuma debería disolverse por sí sola en los próximos días. También explicaba que se han tomado las medidas necesarias para garantizar la salud de los habitantes del barrio y que los análisis no han encontrado afecciones directamente relacionadas con la espuma entre las personas que viven en los Puentes. Asimismo, ha realizado un llamamiento a las autoridades regionales que controlan la cuenca alta del río para que descontaminen las aguas del río que desembocan en Mosquera, fuente última del problema.
En declaraciones separadas efectuadas a Radio Caracol, el portavoz de gobierno Edwin García ha recomendado a la población que evite el contacto con la espuma y que vigile a los niños para que no jueguen con ella. García también aseguró que hay una planta de tratamiento de aguas operativa en el río desde 2020. Comoquiera que parece que no ha sido suficiente, las autoridades se comprometen a monitorizar el estado del agua y a limpiar completamente el río para que esta desagradable contaminación no se vuelva a repetir.