En Netflix están muy contentos con ‘Los Bridgerton’, ya que es una de sus series más vistas y todavía tienen material para muchas más temporadas. Sin embargo, no todo van a ser alegrías, ya que la plataforma de streaming acaba de verse envuelta en una batalla legal por culpa de un musical no autorizado de ‘Los Bridgerton’.
Lo que ha sucedido es que la compañía de streaming ha presentado una demanda judicial en Washington DC contra los autores de ‘The Unofficial Bridgerton Musical’ por violación de los derechos de autor al intentar conseguir «múltiples fuentes de ingresos sin un permiso formal para utilizar la marca Bridgerton».
Desde Netflix se argumenta que intentaron llegar a un acuerdo con Abigail Barlow y Emily Bear, creadoras del musical, pero que «se negaron a cooperar. Los creadores, el reparto, los guionistas y el equipo han volcado sus corazones y almas en ‘Los Bridgerton’ y vamos a pasar a la acción para proteger sus derechos».
Uno de los principales problemas es que el musical incluye diálogos idénticos a los de la serie y muchos más elementos característicos de ‘Los Bridgerton’, dando además a entender que tienen permiso para hacerlo. Sin embargo, la clave es que además están haciendo representaciones con entradas por un coste de hasta 149 dólares y supuestamente también tienen en mente lanzar una línea de merchandising.
Shonda Rhimes, productora de la serie de Netflix -cuya segunda temporada una de las mejores series de la plataforma de 2022-, no ha dudado en pronunciarse al respecto en los siguientes términos, quedando además aún más claro que el problema está en que Barlow & Bear quieran sacar rédito económico de todo esto:
Lo que comenzó como una divertida celebración por parte de Barlow & Bear en las redes sociales se ha convertido en una descarada apropiación de la propiedad intelectual únicamente para el beneficio económico de Barlow & Bear. Esta propiedad fue creada por Julia Quinn y llevada a la pantalla gracias al duro trabajo de innumerables personas. Al igual que Barlow & Bear no permitiría que otros se apropiaran de su propiedad intelectual para obtener beneficios, Netflix no puede quedarse de brazos cruzados y permitir que Barlow & Bear haga lo mismo con «Bridgerton».