Netanyahu disuelve el Gabinete de Guerra de Israel tras renuncia de dos de sus miembros

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha disuelto el Gabinete de Guerra, el mecanismo creado el 11 de octubre para tomar las decisiones sobre la operación militar en la Franja de Gaza a raíz del ataque de Hamás unos días antes, según confirmaron a EFE fuentes oficiales israelíes.

La disolución del Gabinete de Guerra llega apenas una semana después de que el líder de Unidad Nacional, el exgeneral Benny Gantz, y su socio Gadi Eisenkot lo abandonaran por sus desacuerdos con Netanyahu, unas plazas que ahora reclamaba la extrema derecha.

Las decisiones sensibles sobre la guerra se tomarán en un foro de consulta más reducido en el que participarán el ministro de Defensa, Yoav Gallant; el de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer; el jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, y el líder ultraortodoxo del partido Shas, Arieh Deri, del círculo de confianza de Netanyahu.

El nuevo sistema evita la entrada en el círculo de poder de la guerra de los dos socios de gobierno de Netanyahu del ala ultraderechista, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y el titular de Finanzas, Bezalel Smotrich.

“Ha llegado el momento de tomar decisiones valientes, lograr una disuasión real y brindar seguridad a los residentes del norte, del sur y de Israel en su conjunto”, escribió en una carta posterior a la dimisión de Gantz Ben Gvir, con la intención de entrar al gabinete.

El ministro apoya, entre otros, volver a instaurar asentamientos en la Franja de Gaza o la entrada de las tropas israelíes en el Líbano a raíz de la escalada de violencia que viven con Hizbulá desde el 8 de octubre.

Netanyahu, Gallant y Gantz eran los únicos con voto en el recién disuelto Gabinete de Guerra, mientras que Eisenkot, Deri y Dermer eran simplemente miembros observadores.

Con la salida de Gantz y Eisenkot, el gabinete quedó abocado a esta disolución, que lleva la gestión de la guerra a un sistema de toma de decisiones como el instaurado en Israel los días posteriores al ataque de Hamás, en el que murieron 1.200 personas.