Elvis Costello, Patti Smith y Mavis Staples viajarán a Tulsa, Oklahoma este fin de semana para la inauguración del Centro Bob Dylan, el museo y archivo que celebra el legado del galardonado con el Nobel de literatura.
Muy a su modo, Dylan no estará presente, a menos que se le ocurra sorprender a todos.
El músico tiene invitación abierta para ir al centro en cualquier momento, aunque su ausencia va perfecto con su carácter, dijo Steven Jenkins, el director del centro. Para aumentar la rareza de la situación, Dylan estuvo en Tulsa hace apenas tres semanas para una fecha en su gira, entre sus conciertos en Oklahoma City y Little Rock, Arkansas. Pero no pidió ver el centro.
“No quiero poner palabras en su boca”, dijo Jenkins. “Sólo me puedo imaginar que pensó que le podría resultar bochornoso”.
Definitivamente es inusual, para una figura pública viva como Dylan, quien cumplirá 81 años el 24 de mayo, tener un museo dedicado a él, pero tal es el impacto que ha tenido en la música popular desde que comenzó su carrera a comienzos de la década de 1960. Todavía trabaja y se presenta en vivo en un show dedicado principalmente a su más reciente material.
Y sigue tratando de romper límites. “Murder Most Foul”, la canción de casi 17 minutos de Dylan sobre el asesinato de Kennedy y la fama, lanzada en 2020, es tan sorprendente como lo fue en su momento “Like a Rolling Stone” hace casi medio siglo, incluso aunque él ya no está en el meollo de la cultura pop.
El centro ofrece una experiencia cinematográfica inmersiva, un espacio para presentaciones en vivo, un estudio donde los visitantes pueden jugar a ser productores y “mezclar” diferentes elementos de instrumentación en las canciones de Dylan, así como una gira curada donde la gente puede emprender un recorrido musical a través de las diferentes etapas de su carrera. El archivo tiene más de 100,000 objetos, muchos de los cuales están disponibles sólo para académicos bajo cita.
Los creadores del museo dijeron que querían construir una experiencia para los visitantes casuales que quizá no conocen mucho de la obra de Dylan y para los verdaderos fanáticos, los que llevan sombrero de paja, los que nadan y los que bucean en el contenido, dijo el diseñador Alan Maskin de la firma Olson Kundig.
El museo espera celebrar procesos creativos en general, y en la inauguración habrá una exposición de la obra del fotógrafo Jerry Schatzberg, cuya imagen de Dylan en 1965 se muestra en la fachada de tres pisos del museo.
Ya que Dylan sigue creando, “vamos a seguir actualizándonos” con él, dijo Jenkins.
Dylan nació y creció en Minnesota, saltó a la fama musical en Nueva York y ahora vive en California, ¿cómo terminó el museo dedicado a su vida y obra en Oklahoma?
Nunca ha parecido un tipo nostálgico, pero Dylan reconoció que su obra podría tener interés y valor histórico. Junto con su equipo, apartó cajas llenas de objetos, incluyendo fotografías, grabaciones raras y letras escritas a mano, que muestran que sus canciones pasaron por revisiones y reescritura.
Usando esos archivos de composición, dos de las primeras exposiciones se enfocarán en cómo las canciones “Jokerman” y “Tangled Up in Blue” cobraron forma — la segunda con letras tan elásticas que Dylan todavía estaba cambiando versos después de que la canción había sido lanzada.
Dylan vendió su archivo en 2016 a la Fundación Familia George Kaiser, con sede en Tulsa, que también opera el Centro Woody Guthrie — un museo que celebra a uno de los héroes musicales de Dylan, ubicado a pocos pasos del nuevo Centro Dylan.
A Dylan le gusta el Museo Guthrie, y también aprecia las ricas colecciones de arte indígena americano en Tulsa, dijo Jenkins. Buena parte de esto se exhibe en otra nueva instalación, el Museo Gilcrease, que es también la mayor colección de arte del Oeste Estadounidense.
“Creo que será una verdadera atracción turística para Tulsa por los motivos correctos”, dijo el alcalde de Tulsa G. T. Bynum. “Este es uno de los grandes músicos de la historia de la humanidad y todos los que quieran estudiar su carrera y ver la evolución de su talento estarán atraídos a él”.
Bynum espera que también aliente a otros famosos que podrían querer exhibir sus archivos algún día, y convertir a Tulsa en un centro para le estudio de la música estadounidense moderna.
Dylan diseñó y construyó una escultura de metal 4.8 metros (16 pies) colocada en la entrada del museo. Fuera de eso, no tuvo que ver con el diseño del museo y rechazó, a través de un vocero, hacer comentarios sobre la inauguración.
“Si Bob nos estuviera diciendo lo que podemos o no podemos hacer, se habría sentido como un proyecto de vanidad”, dijo Maskin. “Fue un alivio tremendo no tener que satisfacer a Bob Dylan”.
A pesar de esto, se puede asumir que la comunicación está abierta si es necesario: Jenkins, el director del centro, es el hermano de Larry Jenkins, quien por mucho tiempo fue el encargado de prensa de Dylan.
Además de una cena para celebrar la inauguración este fin de semana, Costello, Smith y Staples se presentarán en conciertos por aparte en el Cain’s Ballroom de Tulsa. A Costello le pidieron programar una rocola que estará exhibida en el museo, y en cuestión de un día, envió sus sugerencias de 160 canciones y covers de Dylan, dijo Steven Jenkins.
El Centro Bob Dylan estará abierto al público a partir del 10 de mayo.
Maskin no tiene expectativas de que Dylan llegue a ver el trabajo del diseñador. Pero se permite la fantasía de que en un día tranquilo de verano, con un guardia de seguridad dormitando en una esquina, alguien con jeans negros, gafas para sol y una melena alborotada conocida camine entre las salas.
“Para ser honestos, no creo que eso pase”, dijo. “Creo que él está interesado en el trabajo que está haciendo, no en el que ha hecho”.