Murió a los 96 años uno de los supervivientes a la bomba atómica de Hiroshima

El japonés Sunao Tsuboi, superviviente a la bomba atómica de Hiroshima, falleció el pasado domingo a los 96 años edad, según informó hoy la familia de uno de los “hibakusha” y activistas antinucleares más conocidos del país.

Tsuboi murió el 24 de octubre en un hospital en Hiroshima, en el suroeste de Japón. La causa de muerte fue una arritmia cardíaca provocada por la anemia, informó Nihon Hidankyo, el grupo nacional de sobrevivientes que él presidió hasta su muerte.

Tsuboi tenía 20 años y era estudiante universitario cuando la ciudad del oeste de Japón fue objeto del primer ataque nuclear de la historia, que le sorprendió cuando iba de camino a su centro de estudios y le causó graves quemaduras en el rostro y en un brazo y perdió parte de una oreja.

Cuando recuperó la conciencia 40 días después de la bomba, la guerra había terminado. Estaba tan débil y cubierto de cicatrices que al principio solo podía arrastrarse por el suelo.

Las cicatrices que le quedaron fueron una de sus señas de identidad durante una vida que consagró a la docencia y al activismo antinuclear, ejerciendo como presidente de la Asociación de Supervivientes de la Bomba Atómica (conocidos en japonés como “hibakusha”) y recorriendo el mundo para contar su historia.

”Fue como un destello de luz enorme. Me tapé lo ojos y salí disparado. Cuando me incorporé me di cuenta de que estaba cubierto de sangre”, relató Tsuboi, quien mantuvo un breve encuentro con el expresidente estadounidense Barack Obama, en su histórica visita a Hiroshima en 2016.

El anciano nipón afirmó que quería agradecer al mandatario de EEUU su visita y decirle que no guardaba ningún rencor, antes de la ceremonia en recuerdo a las víctimas celebrada en el Parque de la Paz cuando se cumplían 71 años del bombardeo.

Tsuboi “ayudó en diferentes ocasiones a nuestro objetivo de lograr un mundo sin armas nucleares”, dijo hoy el primer ministro nipón, Fumio Kishida, quien también tiene raíces en Hiroshima y afirmó que “grabará en su memoria” el legado del “hibakusha”, en un mensaje a través de su cuenta oficial de Twitter.

La bomba atómica lanzada el 6 de agosto de 1945 redujo Hiroshima a escombros y cenizas y causó la muerte en el acto de cerca de 140.000 personas, aunque el balance de víctimas se elevó posteriormente a casi 329.000 por los efectos de la radiación.