Una mujer llamada Alvis Parrish, de 54 años, envenenó a su pareja para que se callara y luego llamó a la Policía para evitar un desenlace fatal. Los hechos ocurrieron el pasado 7 de diciembre en Jacksonville (Florida, EE.UU.), informa AP.
La presunta autora de los hechos colocó una droga psicótica en la limonada de William Carter, con quien había vivido durante nueve años, cuando se encontraban en su casa porque aseguró el hombre no dejaba de hablar.
«Le di lo suficiente para que se callara y los llamé a todos para que no muriera», dijo Parrish a los agentes cuando llegaron. «Hagan lo que quieran. Si no me arrestan lo mataré», añadió la sospechosa, que parecía intoxicada, mientras un oficial le ponía las esposas.
Los agentes encontraron una botella de limonada que contenía una sustancia en polvo en la parte inferior, reza el informe de arresto. El varón, de 61 años, explicó a uno de los agentes que la bebida tenía un sabor extraño, pero indicó que desconocía por qué la mujer le habría dado la droga ya que no solía tomarla.
Se cree que la mujer le dio quetiapina, un medicamento antipsicótico atípico que se usa para tratar a personas con esquizofrenia y trastorno bipolar. Muchos médicos lo recetan a personas con problemas con sueño.
El policía que habló con Carter detalló que estaba «extremadamente aletargado», motivo por el que tuvo dificultad para hacerle preguntas. Aunque en un primer momento el hombre no quería ir al hospital, tuvieron que trasladarlo a una sala de emergencia después de que se desplomara en el suelo.
Parrish, que todavía se encuentra bajo arresto con una fianza de más de 50.000 dólares, se enfrenta a cargos por envenenamiento de alimentos con la intención de herir o matar a una persona. Ya se le ha asignado un abogado de oficio y está previsto que comparezca ante un juez el próximo 29 de diciembre.